Un total de 2.907 piezas de mercancías falsificadas en el Puerto de Alicante han sido incautadas por miembros de la Oficina de Análisis e Investigación Fiscal (ODAIFI) de la Sección Fiscal de la Guardia Civil del Puerto de Alicante y La Unidad de análisis de Riesgos (UAR) de la Aduana de Alicante compuesta por miembros del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria.
Los productos incautados eran joyas de imitación de marcas de lujo, procedía de China teniendo como destino final Argelia y se encontraba en varios contenedores depositados en el puerto de Alicante a la espera de su posterior transporte a destino final.
La intervención, efectuada en el marco de la lucha contra la vulneración de los derechos de propiedad industrial, responde a la implantación de protocolos de análisis de datos tributarios y aduaneros establecidos por las Aduanas para la evaluación de los riesgos de fraude en el tránsito internacional de mercancías. Dicha actuación culminó con la aprehensión de 2.907 piezas de mercancía falsa que, de no haberse interceptado, podrían haber originado pérdidas de 960.745 euros a conocidas marcas.
Medidas operacionales
A raíz de los diversos análisis de datos sobre el flujo internacional de mercancías, los agentes intervinientes procedieron a la selección, para control e inspección, de varios contenedores sospechosos de transportar mercancías fraudulentas y que se encontraban en el puerto de Alicante, pendientes de despacho aduanero. Tras la apertura de los contenedores seleccionados, se descubrió la presencia de la mercancía presuntamente falsificada que resultó intervenida.
La Sección Fiscal del Puerto de Alicante junto con los integrantes del Servicio de Vigilancia Aduanera, comunicaron los hechos a los representantes legales en España de las firmas involucradas, para que procedieran a certificar la falsedad de los productos.
En España, la industria textil es una de las más perjudicadas debido a la falsificación de los productos con pérdidas que superan los tres millones de euros. Los cosméticos e incluso los medicamentos tampoco se quedan atrás. Las empresas pierden casi siete millones de euros de ventas al año por culpa del mercado ilegal de los productos, que en ocasiones los consumidores compran sin asegurarse de su autenticidad.