Más de quinientos años de multitudinaria romería avalan la fiesta de Santa Faz en Alicante. Y ahora el pleno del Ayuntamiento quiere que sea reconocida como fiesta de interés turístico autonómico. Así lo han aprobado de manera unánime este miércoles, un día antes de cumplir con esta tradición.
Manuel Jiménez, concejal de fiestas, celebra este nuevo paso dentro del camino a recorrer para conseguir este título que concede la Generalitat dentro de sus competencias. Un trabajo del que ya sabe sus frutos después de vivir la primera Semana Santa en Alicante con el título de interés turístico nacional. Este último reconocimiento es el objetivo a largo plazo que se marcan. De hecho, hasta que no transcurran cinco años como mínimo con el autonómico no se puede optar al estatal.
La Concejalía de Fiestas con el apoyo del Patronato Municipal de Turismo se encargará de hacer estos trámites que darán un mayor reconocimiento a la fiesta, más allá de su ámbito local. "Si el Consell concede esa Declaración, supondría un importante revulsivo para la promoción de la festividad y su difusión en el ámbito de la Comunidad Valenciana", ha valorado Jiménez en el pleno. Un trámite que se considera desde fuentes municipales que está al alcance con este apoyo unánime de la corporación.
Jiménez ha enumerado los múltiples valores que afianzan la petición al Consell para conseguirlo. "Esta es una iniciativa que, con sus 533 años de historia, forma parte de las tradiciones y de la raíz del espíritu alicantino" y que "son muchos los factores que contribuyen para que el Ayuntamiento de Alicante solicite ese deseado título".
Apoyo multitudinario
El concejal considera como una de las mejores pruebas a favor de la necesidad de este reconocimiento, "quizás la más significativa y representativa, es que es una de las muestras de religiosidad popular con más afluencia de personas en el ámbito de la Comunitat Valenciana", ha señalado Jiménez, quien ha sostenido que la romería "forma parte de las raíces de los alicantinos y sus tradiciones".
Ha enumerado la música de la dolçaina i el tabalet, las cañas de romero, las figuras representativas de los patronos de Alicante como Nicolauet y Remediets, el reparto de rollitos de anís y mistela, o los puestos de venta de productos artesanales.
La Peregrina supone, para Jiménez, "un guiño a épocas pretéritas, en tiempos de modernidad". Y así se ha referido al protocolo del siglo XVIII que se sigue aplicando en la ceremonia para extraer y volver a introducir la reliquia en el habitáculo de su camarín.
Para el edil de Fiestas, si se consiguiera esa Declaración "sería un nuevo argumento que valida la concesión de la Medalla de Oro a la Ciudad de Alicante por su cívico comportamiento durante la pandemia".