Una escultura de cuatro toneladas creada por Ripollés descabezada se junta con el soporte para el perdido reloj de la contra atrás de la Volvo Ocean RACE y con las vallas de las obras por el paseo Mártires de la libertad. La fachada marítima de la ciudad de Alicante está dando la bienvenida a los turistas en el inicio de la temporada alta con una sucesión de aspectos a arreglar.
La caída de la mitad de El adivinador, la obra del escultor castellonense que tiene casi ocho metros de alto es el último de estos desastres. Una de las tormentas que acompañaron durante las constantes lluvias en la segunda quincena de marzo provocó su rotura.
El concejal de Cultura Antonio Manresa reconoce la suerte que hubo de que la mitad superior de la pieza, en la que se representan gigantescos números, no cayera sobre nadie. El soporte interno, de hierro, es el que permite el juego de volúmenes en bronce. Al menos hasta el pasado marzo. Fue entonces cuando viento y lluvia pudieron más y cedió.
De eso ha pasado ya un mes y la escultura sigue cortada presidiendo una de las vistas más destacadas de Alicante durante una de las semanas en las que más turistas se concentran en la ciudad. Manresa concede que es una cuestión que no puede esperar más tiempo, pero están a la espera de que Ripollés les conteste.
Si desea ponerse en contacto
Juan García Ripollés todavía no ha respondido al aviso hecho a través del formulario de su página web. "Nos pusimos en contacto hace un mes y no hemos recibido respuesta", explica el concejal sobre el proceso iniciado por el departamento correspondiente de su área.
Transcurrido todo este tiempo sin haber recibido respuesta, y sorprendido por ello, asegura que ha dado orden a su equipo para que vuelvan a hacerlo "por correo electrónico y que quede constancia". Esta vez promete que serán más insistentes hasta obtener respuesta, sin que pase más de un mes como hasta ahora.
El estudio de traslado
La respuesta de Ripollés es esencial para abordar los trabajos de restauración y restitución de la parte superior de El adivinador. No solo por el conocimiento técnico de cómo se construyó y las guías que puede marcar al respecto, también por los derechos que mantiene sobre dónde y cómo se presenta su obra.
Y el lugar tiene ahora una mayor importancia. Después de lo sucedido hace un mes ya, Manresa avanza que, "una vez se haga esa reparación, vamos a consultarle para cambiar el emplazamiento de la escultura porque queremos colocarla en un lugar donde se pueda ver, pero que no haya paso de gente". De esta forma, confía en que "no haya problemas legales y no se sienta nadie afectado por sus derechos".
Objetos perdidos y encontrados
A unos metros de la situación de esta escultura cedida por la Caja de Ahorros del Mediterráneo, se mantienen los restos de una base. Sobre ella, quince años atrás, se presentó el reloj de la cuenta atrás para la vuelta al mundo de vela, conocida entonces por su patrocinador Volvo Ocean Race.
Aquel recordatorio digital desapareció. Era un ejemplo de lo que quedaba hasta que tuvieran que zarpar las embarcaciones desde el puerto de salida Alicante. Como recogió Radio Alicante, ese reloj no fue robado sino guardado en los almacenes del Puerto. La que permanece, y muy alterada, es su base. Esta es blanco de pintadas, remarcando la imagen de abandono en uno de los puntos de mayor paso de personas.