"Cara, altamente contaminante y gran consumidora de energía", así ha definido la desalación el presidente de Asaja-Alicante, José Vicente Andreu, en la manifestación de este martes en Alicante contra los recortes del trasvase del Tajo-Segura. El portavoz de los agricultores de la provincia añadía que este método "es un complemento, pero no puede ser alternativa", ya que al ser "gran consumidora de energía, también lo es de emisiones de CO2".
En declaraciones a periodistas frente al edificio de la Subdelegación de Gobierno alicantina, Andreu ha afirmado que el agua desalada "tiene un precio que los agricultores no podemos pagar", ya que los trabajadores de este sector en la Comunidad Valenciana y en la Región de Murcia "tenemos que competir con todos los agricultores del mundo y no podemos con estos precios".
"Nuestras naranjas, como consecuencia de acuerdos, se quedan en los bancales, cuando los supermercados están llenos de naranjas de Egipto y de Sudáfrica que son de peor calidad y que no respetan las mismas condiciones ambientales y sociales", ha denunciado Andreu, quien ha resaltado que "no tiene justificación alguna intentar reducir caudales basándose en pretensiones ambientales que no existen".
El presidente de Asaja-Alicante ha destacado que la calidad ambiental del Tajo "no depende del trasvase, que está perfectamente equilibrado, porque tiene buena calidad".
"El problema fundamental es la nula depuración del agua que viene de Madrid, ahí es donde se tiene que centrar el Gobierno, que no puede el aprobar dos planes de cuenca absolutamente contradictorios", ha subrayado Andreu, que ha pedido al Consejo Nacional del Agua un "equilibrio en todos los planes de cuenca" que permita "el desarrollo del Levante, porque si no, no podemos sobrevivir, es imposible".
Acueducto Tajo-Segura
Por su parte, el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, Lucas Jiménez, ha asegurado que los agricultores "no quieren que se tomen decisiones a favor del Levante", sino "que se aplique lo que se ha aplicado en toda la planificación española", porque, a su juicio, "en ninguna parte del país se han elevado caudales ecológicos, solo en tramos del Tajo que afectan al trasvase".
Así, ha recalcado que esta medida, el aumento de caudal ecológico en el río que desemboca en Lisboa, "no va a beneficiar en nada a la cuenca del Tajo y en nada a Castilla-La Mancha, únicamente puede beneficiar los intereses políticos del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page", quien, según Jiménez, "no para de lanzar mensajes que son de muy mal gusto".
Ha lamentado que con este nuevo Plan Hidrológico Nacional "más de 40.000 personas van a ir al paro", así como que el Ministerio "parece que está dispuesto a asumir la desaparición de verde de una de las zonas más áridas de Europa".