La élite del Ejército español premia el programa Cyborg de la Miguel Hernández de Elche

La celebración del pasado del Mando de Operaciones Especiales se hace con vistas al futuro. La unidad de élite del Ejército de Tierra español presenta desde su sede en Alicante los premios con que recuerda su 61 aniversario. Y ahí, entre las medallas al trabajo realizado, conceden el premio Machete a la cátedra de investigación de la Universidad Miguel Hernández de Elche donde se encuentra el centro experimental Cyborg.

Juan Caturla, director científico de simulación de críticos y emergencias sanitarias de este centro impulsado con la fundación Asisa-UMH, se ha encargado de recoger este galardón honorífico que entrega el MOE. Así coronan una relación de años con la institución educativa en la que han trabajado para la formación en atención sanitaria en operaciones militares.

La importancia de hacerlo bien y rápido es cuestión de vida o muerte cuando se trata de actuar bajo el fuego enemigo o en mitad de una operación de rescate. Es lo que los boinas verdes españoles llaman los cinco minutos de platino que consiguen dar el tiempo suficiente para que el militar herido se pueda trasladar a un hospital de campaña y recibir el tratamiento médico adecuado. 

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En un día de fiesta como este se valora también la participación en acciones internacionales. Así, un representante del Ejército estadounidense ha estado en el cuartel de Rabassa para formalizar la medalla del Logro Militar. En este caso, el receptor de este mérito que entrega las fuerzas americanas ha visto reconocida su participación dentro del conjunto de las fuerzas internacionales en Irak.

Y en el detalle de la concesión de esta distinción agradecen su "servicio excepcionalmente meritorio en apoyo a la fuerza de trabajo conjunta combinada de la Operación Resolución Inherente". De este modo, destacan "su desempeño sobresaliente durante las operaciones en apoyo a la coalición que contribuyó al éxito abrumador de la misión del comando". Con ella, afirman, "sus acciones continúan con las mejores tradiciones del servicio militar y refleja gran crédito sobre sí mismo, la fuerza de trabajo conjunta combinada, y su país".

La celebración de esta jornada en Rabassa ha significado también el regreso a las actividades con público, que ha aplaudido con entrega a las unidades del MOE. Una mañana en la que han distinguido la entrega de su personal, tanto por la constancia y servicio como por el cumplimiento con un mérito extraordinario.

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El general Francisco García en su intervención ha agradecido precisamente este retorno después de dos años del público. Y así ha podido valorar la trayectoria de una unidad que el año pasado celebró sus seis décadas de historia, con dos de ellas ya unidas en Alicante. "Se dedican más del mil efectivos en una organización moderna para operaciones especiales", ha apuntado.

Todos ellos se entrenan diariamente "con un ritmo alto para estar disponibles en pocas horas" sin previo aviso. Un trabajo de preparación que hacen tanto en solitario como en colaboración con las fuerzas armadas de otros países para poder después rendir al máximo nivel. Como ha señalado García, 2022 ha sido "un año intenso, como lo han sido los anteriores y será el próximo" en la que aún están en misiones como la mencionada de Irak.

"La profesionalidad, la ilusión y las ganas de mejorar" son constantes porque "la preparción para el personal de operaciones especiales nunca termina: siempre alerta, siempre dispuestos". Y todo eso, ha concluido, no sería posible "sin el esfuerzo que todos realizáis en el día a día".