El peatón será el protagonista del centro de Alicante. La Concejalía de Urbanismo presenta los planes de actuación de la peatonalización de las calles entre la Rambla de Méndez Núñez y el paseíto Ramiro. Los 2,6 millones de euros que se invertirán en esta mejora de la movilidad no prohibirán el tráfico rodado en estos proyectos.
El proyecto, como lo describe un comunicado municipal, trata de cambiar la supremacía del vehículo sobre el peatón en prácticamente todo el espacio. Como explican, en la actualidad las aceras quedan reducidas a bandas laterales que no cumplen los actuales cánones de accesibilidad. Además, las zonas de reserva para carga y descarga y las islas de contenedores para residuos urbanos ocupan otra parte importante. Todo eso, indican, reduce el atractivo al paisaje urbano.
Las actuaciones pasan por impulsar, en una primera fase, la peatonalización exclusiva de la calle Jorge Juan hasta el Paseíto Ramiro. En cambio, el tramo de la calle Altamira seguirá abierto al tráfico por el momento, con una plataforma única que sea compatible con la situación actual.
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En la actualidad, de las calles objeto de la intervención, ya son peatonales la calle Callizo del Marqués, Niágara, y el tramo de lado mar de la calle Bendicho, estando el resto configuradas con aceras laterales y calzada central, puntualmente con banda de estacionamiento reservado. El acceso al tráfico rodado está permitido en todo el ámbito de actuación, por lo que se puede circular en todas ellas.
La idea, como reiteran desde el comunicado de Urbanismo, es renovar un espacio actualmente de hegemonía vehicular. Y con ello que se le dé prioridad de manera singular al peatón, sin la eliminación total del vehículo.
Urbanismo destaca que para el diseño se ha pretendido favorecer la estancialidad, seguridad, movilidad y la accesibilidad, transformando todos los viales en espacios más humanos, más enfocados hacia el peatón y menos hacia el tráfico rodado. En definitiva, se ha buscado una humanización del conjunto para que pueda ser vivido a día.
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Como solución final, no se opta por una peatonalización integral del espacio. Y la razón con que lo justifican es la dificultad con respecto a tráfico que supondría no permitir el paso del autobús urbano por el eje San Telmo-Altamira, a través del cual accede a la Rambla y el centro de la ciudad.
A pesar de ello, señalan que con la solución propuesta se alcanza los objetivos principales de mejora de la movilidad y accesibilidad peatonal y se invierte el actual dominio del espacio urbano por el tráfico a favor del peatón. Dichos objetivos se alcanzan mediante la generación de una plataforma única, el aumento del ancho útil de las aceras y la restricción al tráfico de un buen número de calles del ámbito.
Dado que el presente proyecto no pretende la peatonalización del eje de la calle Altamira ni de la Rambla, sino una mejora de la movilidad y accesibilidad peatonal en el entorno del centro histórico mediante la conversión del espacio a plataforma compartida y ampliación de las aceras, se considera conveniente proseguir con el procedimiento necesario para su aprobación.
No obstante, en el caso de que se llevase a cabo el mencionado estudio por parte del Servicio de Tráfico, Transportes, Movilidad Sostenible y Accesibilidad, y cuyas conclusiones fueran la peatonalización completa de este entorno, se considera que el proyecto es perfectamente compatible con la citada solución. Por otro lado, como concluyen, se debe redactar un proyecto de soterramiento de contenedores que se impulsará de forma paralela.