El 27 de marzo de 2019 el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunció una inversión histórica para la ciudad de Alicante: 35 millones de euros para unir por vía subterránea el Tram de Luceros con la estación de Renfe, un proyecto que se encuadraba en la pretendida intermodalidad que se había vendido con la llegada del AVE. Los plazos eran muy claros: después de las municipales se procedería a la licitación del proyecto, que quedaría aprobado durante 2020. El servicio tendría que estar abierto al servicio entre finales de 2022 y principios de 2023.
La realidad, por supuesto, es que se nada de eso se ha hecho. En lugar de terminar ese proyecto se ha anunciado el de la estación intermodal, financiada por la propia Generalitat, pero que no resulta incompatible con lo que presentó Puig en su día. Más bien al contrario: es necesario que haya una conexión directa del metro con la estación, y sería deseable que se acabase cuanto antes esta obra para poder enlazar directamente con los trenes. La pregunta entonces es por qué no se ha hecho nada.
Atendiendo a los números de FGV en los últimos cuatro años, el Tram de Alicante ha sido la infraestructura más perjudicada en las inversiones de esta entidad que depende del Ejecutivo autonómico. En total solo se han destinado 1,9 millones del presupuesto autonómico, según los datos de la Cámara de Contratistas de la Comunidad Valenciana.
Esto supone apenas el 0,66% de todo lo invertido en este mismo periodo por Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana, la empresa pública dependiente de la Conselleria de Obras Públicas y Movilidad que canaliza y gestiona las inversiones de los servicios de transporte de viajeros y las infraestructuras de Metrovalencia y el TRAM de Alicante.
FGV lleva invertidos desde junio de 2019 unos 257,4 millones de euros en, principalmente, mejoras y ampliaciones de estas redes en Alicante y Valencia.
La mayor parte de este dinero ha terminado en la ampliación de la red de metro de la ciudad de Valencia, o en la línea 9 del TRAM a su paso por la Marina Alta. De 257 millones en total, al TRAM de la ciudad de Alicante le han tocado 1,7 millones. El grueso del resto del dinero ha ido a parar a la ampliación de Metrovalencia y la Línea 9 del TRAM en la Marina Alta.
La respuesta del PP: "Es todo humo"
Puig hizo su anuncio a apenas dos meses de las municipales y acompañado del que entonces era el candidato socialista a la Alcaldía, Francesc Sanguino. Por ese mismo motivo, y justo cuatro años después, el actual alcalde y número 1 del PP en las próximas municipales, Luis Barcala, ha enviado un comunicado recordando "el incumplimiento sistemático" de esta promesa.
"Apenas quedan cincuenta metros para finalizar esta conexión, pero cuatro años después no hay ni una piedra, ni signo alguno de que se acometan esos trabajos", explicó el líder popular.
"Vamos a recordar los anuncios y las fotografías del presidente Puig, que al final se quedan en nada, como este enlace del TRAM; como los tres centros de salud prometidos en Garbinet, PAU 2 y zona de Playas; como los colegios anunciados, entre ellos el de La Almadraba. Al final sólo palabras y promesas que nunca se cumplen para Alicante y los alicantinos", agregó el primer edil.
En este cuarto aniversario del "enésimo anuncio incumplido por parte de Puig y el tripartito de la Generalitat", Barcala recordó que las propias cifras de la Conselleria de Obras Públicas certifican "el déficit inversor crónico" que sufre el desarrollo del Tram en la ciudad de Alicante, "en el que no se invirtió ni un solo euro durante 2022 frente a los más de 65 millones que recibió en ese ejercicio el metro de Valencia".
El presidente local del PP y alcalde de Alicante añadió que "el déficit inversor que sufre nuestra ciudad por parte del Consell sigue los mismos parámetros que el olvido y abandono con el que el Gobierno central de Pedro Sánchez y Podemos trata a esta provincia, a la que sitúa una y otra vez a la cola en los Presupuestos Generales del Estado".