La organización FACUA-Consumidores en Acción ha pedido a los ayuntamientos que sancionen a los restaurantes decorados con plantas artificiales inflamables, tras el incendio del pasado viernes en el restaurante de Madrid en el que perdieron la vida dos personas.
Tras la petición de la asociación, son ya cinco los consistorios que han anunciado inspecciones en los restaurantes de la cadena Burro Canaglia, como en Bilbao, donde ya se ha llevado a cabo, Santander, Alicante y los municipios alicantinos de El Campello y San Vicente del Raspeig.
La asociación ha señalado que distintos establecimientos de la cadena han anunciado la retirada de las plantas que decoran las paredes y techo de sus locales, por lo que resulta fundamental que los ayuntamientos verifiquen si éstas eran o no ignífugas antes de que se produzca el desmantelamiento. Por el momento, la cadena sevillana de restaurantes ha cerrado todos sus locales repartidos en diferentes ciudades de España.
Ha recordado que contar con revestimientos no ignífugos vulnera el Código Técnico de la Edificación, que señala que en caso de incendio, los revestimientos de techos y paredes de las zonas ocupables de los locales públicos -las zonas de permanencia de personas- deben tener una contribución limitada al fuego y una producción media de humo, además de no producir gotas o partículas que se desprendan.
El documento también regula una serie de condiciones para los elementos decorativos y de mobiliario de los edificios y establecimientos de pública concurrencia.
FACUA ha señalado que ha contactado telefónicamente con la empresa afectada por el fuego para solicitarles información sobre las características de las plantas decorativas que utilizan para la decoración de los establecimientos Burro Canaglia, pero han rehusado facilitarla, ha subrayado.
Inspecciones en Alicante
Por su parte, el concejal de Urbanismo de Alicante, Adrián Santos, ha confirmado que desde el Ayuntamiento ya están trabajando en la revisión de establecimientos con decoración parecida para tratar de evitar futuras desgracias como la del pasado 21 de abril en el local de Manuel Becerra de Madrid. Los fallecidos son un joven de 25 años, natural de Benidorm; y una mujer de 42 años, que trabajaba como enfermera en Vizcaya.
"Hemos decidido hacer la revisión por dos motivos. En primer lugar, garantizar la seguridad de los ciudadanos; y en segundo lugar, informar a los dueños de los establecimientos sobre cuál es la normativa vigente". Por este motivo, "el Ayuntamiento está trabajando para revisar los establecimientos y garantizar la seguridad de los ciudadanos", concluye el edil.