A finales del siglo XIX, el barrio de Benalúa de Alicante creó el denominado Jardín Botánico (1890) con fines medicinales y de investigación agraria. En su interior se plantó el primer ficus macrophylla procedente de Australia que ha terminado convirtiéndose en el árbol monumental más característico de la ciudad, que cuenta con 23 ejemplares en sus plazas más icónicas. Plazas como la de la Estrella (Renfe), Gabriel Miró o el Portal de Elche, o parques como el de Canalejas, cuentan con magníficos ejemplares centenarios.
Este árbol procede de la Bahía de Moreton en Queensland, con un clima subtropical húmedo. Sin embargo, sus ejemplares se han adaptado con relativa facilidad a la sequedad del clima mediterráneo. Quizás por esto, coleccionistas privados como en Benalúa o arquitectos municipales, lo eligieron para sus proyectos.
En su documento Paseos y senderos por el centro tradicional de Alicante, el Ayuntamiento afirma que este tipo arbóreo "se caracteriza por sus raíces en forma de contrafuertes, las cuales son conocidas por dañar las aceras. Su agresivo sistema de raíces impide su uso en espacios limitados".
Y es que, "la característica apariencia de derretimiento de la higuera de Bahía de Moreton se debe al hábito de dejar caer la raíz aérea de las ramas, alcanzan el suelo engrosadas en troncos suplementarios los cuales ayudan a soportar el gran peso de la parte superior".
Es el caso del arquitecto González Altés, que proyectó en 1886 el paseo de Canalejas (hoy parque). En él, el visitante puede observar seis ejemplares de ficus macrophylla y 11 de ficus nítida (ficus microcarpa). Según el catálogo municipal, este último procede del sur de la India y el continente australiano, pero en vez de pertenecer a la especie de las higueras, es un tipo de laurel. De esta especie Alicante cuenta con 13 ejemplares monumentales, lo eleva la suma de ficus ornamentales a 36.
Especialmente icónicos, además de los de Benalúa y Canalejas, son los cuatro ejemplares de ficus del Portal de Elche, todos ellos catalogados por el Ayuntamiento (Catálogo de Árboles Monumentales de Interés Local) y que superan los 6 metros de perímetro en su tronco.
También, en la plaza Gabriel Miró hay cuatro grandes ficus australianos que también proceden del intercambio comercial propio del colonialismo decimonónico. Esta plaza fue rediseñada desde la original (plaza de las Barcas) en 1818, pero no tuvo su configuración final hasta 1918, cuando se instaló la escultura de La Aguadora, de Vicente Bañuls. Muy probablemente estos ficus se plantaron en dicha época.
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Según recoge el díptico municipal, "en esta plaza probablemente se puede contemplar el ejemplar de ficus más notable de todo el país, según el Mapa Forestal de España; acompañado por tres ficus de la misma especie (ficus macrophylla). Todos están protegidos por la Ley y, midiendo la proyección sobre un plano horizontal, tienen un diámetro de copa que supera los 25 metros".
También, en la avenida de Salamanca con la Plaza de La Estrella, junto a la estación de Renfe, se hallan tres de los ejemplares más bonitos de la ciudad, pero no por ello más antiguos. Este es uno de los enclaves donde el Ayuntamiento ha instalado seis paneles informativos para que los ciudadanos pueden conocer aspectos como su origen, tipología, valor medioambiental, así como medidas de protección y posibles sanciones por acciones incívicas.
Por último, en la avenida Juan Bautista Lafora se encuentra el Paseito de Ramiro, hay tres ejemplares de ficus nítida, de unos 80 años de edad, y una altura 13 metros (21 metros de diámetro de copa).