"Profesionalidad y eficacia" más "su permanente disponibilidad y su pronta atención". Así valora la asociación vecinal Barrio Colonia Requena el trabajo hecho por la comisaría de Alicante Norte. Un agradecimiento que desde la Policía Nacional consideran fruto del trabajo para que los vecinos la sientan como propia y acudan a ella "como si fuera su casa".
El inspector jefe Luis Alfonso Bardón, al mando de este centro, destaca esa carta "muy emotiva" que les entregaron el pasado 19 de julio. Esta, como indica, es el resultado de un trabajo hecho para "que la policía esté integrada y que nos vean los de toda la vida y los que llegan ahora", aludiendo a unos barrios que han ido cambiando su perfil demográfico con los movimientos migratorios.
El equipo que trabaja en esta comisaría se responsabiliza de un área muy amplia. Como enumera, "llevamos más de media ciudad: Playa de San Juan, Carolinas, puente rojo, Gran Vía para arriba…". Y estos son solo algunos de esos barrios que abarcan, por eso dice que "trabajar en la comisaría del distrito norte es muy fácil y puede ser muy complejo".
En la parte más positiva está el equipo que la conforma. "Esa motivación y buen ambiente se nota desde la oficina de denuncias hasta el grupo operativo de respuesta", señala con orgullo. "No hay roces de trabajo, y eso se nota en el ambiente", remarca. "Y los jefes de grupo son gente con mucha experiencia y eso se traslada a la gente que depende de ellos, por eso digo que es como un fórmula 1, va solo".
El optimismo de Bardón no es ciego: "Todo el mundo que está en la comisaría de la zona norte está motivadísimo porque es una zona muy complicada de trabajar por todas las peculiaridades que tiene". Una expresión que, como matiza, no oculta los problemas. "A nivel de delincuencia, estos barrios tienen unos índices de seguridad muy buenos. Y eso lo tiene que saber la gente".
Un logro que es posible porque "la implicación tiene que ir dentro del ADN del policía: que cuando nos levantamos por la mañana y nos ponemos el uniforme es porque venimos a pelear por la gente de la zona norte, para los de toda la vida y para los que se han comprado una vivienda ahora mismo. Esa gente no tiene que sentir la necesidad de irse del barrio porque sea peligroso ni que el problema sea la inseguridad".
Ese el punto del que se siente satisfecho: "Los vecinos saben que cuando recurren a la Policía Nacional tienen respuesta rápida". Una, que como detalla, puede ser "de todo tipo" ya que incluso te llaman a pedir consejo. Así, durante la preparación del reportaje se acerca una joven en la calle preocupada por saber si el perro que ha adoptado es una raza peligrosa y lo que puede implicarle.
"La comisaría de distrito norte tiene que ser como un faro que ilumina", afirma el inspector jefe. Una metáfora que aplica con el sentido de "que si tienen problemas personales, incluso a los que les han detenido cuando han tenido un problema gordo, han venido. Y eso es lo que te motiva".
Bardón asegura que "pretendemos que vean la comisaría como su casa, porque siempre tengo la puerta abierta a quien quiera venirse para cualquier cosa". Una actitud que mantiene porque "en la vocación policial, la humanitaria es muy importante". Una respuesta en la que reitera la importancia del equipo y que "si no se tuviera este nivel de motivación, podríamos hacer una buena labor, pero no pasaríamos de ahí".