Alicante

Los alicantinos ya han dado su opinión sobre cómo debería ser el Parque Central. Los edificios en altura y las vivienda de protección ganan terreno en cuanto a las respuestas de esta consulta ciudadana, en la que han participado 3.200 personas, el mayor dato en cuanto a participación ciudadana en la historia de la ciudad.

Según un comunicado del Ayuntamiento de Alicante, los ciudadanos apuestan claramente por la construcción de viviendas de protección y viviendas dotacionales para menores de 35 y mayores de 65 años y abogan por que se implanten diversas tipologías de viviendas en cuanto a tamaño, habitaciones o distribuciones, para dar cabida a distintos tipos de unidades familiares.

La concejala de Urbanismo, Rocío Gómez, señala que las respuestas ofrecidas por la ciudadanía “están en consonancia con las preferencias del Ayuntamiento de Alicante respecto a la vivienda no solo en el Parque Central, sino en toda ciudad”. Explica que “una de las estrategias de nuestro modelo de ciudad para los próximos 25 años apuesta por una urbe compacta y por el consumo razonable de suelo, con modelos urbanos de alta o media densidad”.

Gómez expone que “este nuevo sector es una oportunidad para el desarrollo de viviendas que cubran la demanda actual y para los próximos años, ya que no olvidemos que está previsto que Alicante se acerque al medio millón de habitantes en 2050”. Además, “tal y como reclaman los ciudadanos, la creación de nuevas bolsas de suelo donde se promueva la vivienda protegida es una prioridad absoluta para este equipo de gobierno, que se ha propuesto impulsar 500 viviendas de protección este año y 1.500 en este mandato, entre las que se incluyen las del Parque Central”, apunta Gómez.



La encuesta

Uno de los condicionantes aprobados en el plan estructural del Parque Central, pactado por todas las administraciones implicadas (Gobierno central, Generalitat y Ayuntamiento), es la construcción de 1.433 viviendas. Sin embargo, la tipología, características y ubicación de estas viviendas tendrá que definirse en el plan de ordenación pormenorizada del sector. Por este motivo, este asunto protagonizaba uno de los bloques de preguntas de la encuesta dirigida a la ciudadanía, con seis cuestiones sobre la importancia que otorga a la implantación de viviendas de protección y dotacionales, la diversidad de tipos de vivienda, la perspectiva de género en el diseño de los edificios y su preferencia acerca de edificios altos o bajos.



En este sentido, la mayoría de los alicantinos que han participado en el sondeo otorgan la máxima puntuación, un cuatro, a la propuesta que plantea edificios más altos, que ocupen menos superficie y permitan más espacio libre, mientras que la mayoría asigna la menor puntuación, un uno, al planteamiento contrario, es decir, edificios más bajos, que ocupen más superficie y dejen menos espacio libre. Como se refleja en otras cuestiones de la encuesta, los alicantinos priman que este espacio libre se destine a zonas verdes y dotaciones deportivas y de ocio.



Respecto a la importancia que otorgan a que al menos el 30% de las viviendas sean protegidas, una amplia mayoría le otorga la máxima puntuación, el 4, al igual que ocurre con la inclusión de viviendas dotacionales para menores de 35 y mayores de 65 años. También otorgan la máxima relevancia a la implantación de diversas tipologías de viviendas en los edificios residenciales en cuanto a tamaño, número de habitaciones o distribución, con el objetivo de ampliar la diversidad de núcleos familiares que puedan interesarse por alojarse en ellas. La cuestión relativa a la aplicación, en el diseño de los edificios, de una perspectiva de género no resulta, sin embargo, relevante para los participantes en la encuesta, que le otorgan por amplia mayoría un 1, la mínima puntuación.

Viviendas sostenibles y accesibles

Según recoge el documento de consulta elaborado por el Ayuntamiento y Avant sobre el Parque Central, el uso residencial de la actuación se entiende como “una oportunidad de regeneración urbana de este espacio central de la ciudad y de sus barrios colindantes”. Desde esta perspectiva, “la nueva edificación debe servir tanto para rematar las tramas urbanas existentes como para configurar nuevas fachadas al parque y a los viarios consolidados, buscando siempre la articulación del parque con los barrios”. El modelo urbano se basará en “la sostenibilidad medioambiental, económica y social, con la densidad adecuada que permita este objetivo”.



Las tipologías de vivienda propuestas “han de permitir integrar los distintos modo de habitar actuales y facilitar el acceso a la vivienda a todas las personas”. Para ello, propone conjugar viviendas de renta libre con viviendas de protección pública, que representarán un mínimo del 30%, viviendas dotacionales y tipologías edificatorias diversas que permitan la mayor flexibilidad posible, tanto desde el punto de vista habitacional como urbano, con elementos referenciales que doten al lugar de la necesaria singularidad y calidad urbana.