Alicante

El puerto es uno de los mayores activos de Alicante. Con más de 300 días de sol al año y un litoral que invita a la navegación, la ciudad atrae a un público diverso, desde aficionados a la vela hasta propietarios de yates de gran eslora que están amarrados a pocos metros del corazón de la ciudad, como si de una extensión de la Explanada se tratase.

Salir andando del barco y estar en el centro, además de su cercanía con el aeropuerto Alicante-Elche Miguel Hernández y sus conexiones ferroviarias hacen que sea un gran reclamo para clientes tanto nacionales como para una gran cantidad de extranjeros que buscan disfrutar del Mediterráneo.

Pero si algo llama la atención de los miles de personas que caminan por el paseo marítimo alicantino son los yates más grandes y lujosos, de más de 30 metros de eslora, situados en los muelles más cercanos a la urbe.

El director comercial de Marina Estrella en Alicante, Javier Candela, explica que las embarcaciones más exclusivas del puerto suelen tener su amarre fijo y ser de empresarios de Alicante o alrededores, con precios que varían "entre los dos y los 10 millones de euros".

Candela destaca que Alicante ha ganado popularidad entre los propietarios de yates, no solo por su ubicación estratégica, sino también por la calidad de sus instalaciones y servicios. "Cada vez vemos más barcos de gran eslora que eligen Alicante como su puerto base, lo que habla del atractivo que tiene nuestra ciudad en el sector náutico", afirma.

Algunos de los yates más grandes del puerto. J.V.

Si bien señala que no ha habido una gran entrada de barcos grandes nuevos en los últimos años, ya que predominan los antiguos, de entre 10 y 20 años y bien conservados, "la vida operativa de un barco puede llegar a los 40 años, siempre que se mantenga bien y se le hagan las reformas necesarias".

Embarcaciones de gran eslora en Alicante. J.V.

El director comercial de Marina Estrella, compañía especializada en la venta y alquiler de barcos de media y gran eslora, indica que "el coste anual de mantener una nave es aproximadamente del 10 % del valor de la misma", aunque subraya que este porcentaje puede variar mucho en función de factores como el puerto en el que esté amarrado o el tipo de barco. "En Baleares, los amarres pueden costar hasta 100.000 euros al año, mientras que aquí en Alicante es mucho más económico", apunta.

Lujo accesible

Y es que, aunque los barcos más grandes son los que más miradas atraen, de los alrededor de 850 embarcaciones que acoge el puerto, Alicante no es un puerto que sobresalga por tener una potente flota de yates. "La oferta náutica ha evolucionado significativamente, adaptándose a las nuevas demandas del mercado. Mientras que los veleros han sido durante mucho tiempo los favoritos de los navegantes, los yates a motor de media y gran eslora han ganado un protagonismo especial", sostiene.

Uno de los yates más lujosos. J.V.

Estos barcos, que suelen oscilar entre los 15 y los 30 metros, "ofrecen un equilibrio perfecto entre potencia, confort y lujo", comenta Candela. Pero otros puertos como Barcelona, Baleares, Dénia o Valencia cuentan con flotas mucho más grandes y una oferta más extensa. En Alicante, la mayoría de los barcos "pasan aquí el invierno, pero en verano se van a Baleares, Córcega o Grecia".

Pequeñas embarcaciones. J.V.

Los que más predominan en el puerto son los pequeños barcos de menos de ocho metros de eslora, que representan "el 90 % de la flota en España". Las lanchas o pequeñas embarcaciones son las más usadas por grupos de turistas o por los propios alicantinos para, por ejemplo, fondear en Tabarca y pasar el día. Este lujo accesible se puede obtener por "unos 50.000 o 60.000 euros o alquilarlas por 400 a 500 euros al día, y no hace falta carné", señala el experto.

Tipos de clientes y demanda

En Alicante, los clientes más habituales son de origen británico, holandés e irlandés, aunque también hay una fuerte presencia de madrileños y de otros puntos de España. "En Jávea y Dénia es más común ver clientes alemanes, igual que en Baleares, donde tenemos una clientela predominantemente alemana", afirma.

Un catamarán del puerto de Alicante. J.V.

La demanda de amarres está influenciada por la calidad del entorno para la navegación, siendo Baleares y Denia áreas muy codiciadas por sus calas y aguas cristalinas.

"La temporada fuerte para la venta de barcos nuevos comienza en septiembre, coincidiendo con los grandes salones náuticos, como el de Cannes o Barcelona. Los clientes eligen el barco que quieren, lo configuran, y las entregas empiezan a partir de la primavera", manifiesta Candela. En cuanto al alquiler, este se mueve con más fuerza entre enero y abril, dependiendo del tamaño.

Con todo, el director comercial de Marina Estrella en Alicante cree que "el futuro de la náutica de recreo es prometedor. Con un puerto que sigue ampliando su capacidad y servicios, y una creciente demanda de embarcaciones de media y gran eslora, la ciudad está en camino de afianzarse aún más como un destino clave en el Mediterráneo", augura.