El bicentenario de la Policía Nacional une a la sociedad civil con el cuerpo en una celebración de valores de unión. El comisario jefe provincial de Alicante, Manuel Lafuente, ha agradecido el apoyo recibido durante el año con eventos, monumentos y nombres de calles.
Alicante, Elche, Benidorm, Dénia y Orihuela son solo algunas de las ciudades que ha nombrado Lafuente Lázaro en el acto celebrado este miércoles en el puerto con motivo del patrón de la Policía, los santos ángeles custodios.
El comisario ha enumerado también los eventos más destacados en los que se ha compartido esa colaboración con las instituciones por este aniversario. Saques de honor en el Rico Pérez y en el Nou Pepico Amat de Elda o la caballería en las entradas moras de Alcoy o Petrer, son ejemplos de este apoyo social.
"Lo único que me queda por hacer es agradecer a todas las instituciones públicas y privadas, a las alicantinas y a los alicantinos, todo ese inmenso caudal de afecto que nos habéis hecho llegar", ha valorado Lafuente citando incluso el himno de Alicante y describiéndose como Som fills del poble.
En ese agradecimiento el comisario ha destacado que "siempre que os necesitamos, siempre alguien da un paso adelante y os tenemos ahí". Y con ese mensaje ha subrayado que "sin vuestro apoyo, sin vuestro aliento, no podríamos ni ser lo que somos, ni hacer lo que hacemos".
El discurso le ha permitido reflexionar que "la Policía Nacional es una gran organización, fiable, sólida, leal, cercana, humana y moderna, que trabaja incansablemente por y para los ciudadanos y que se ha ganado su capital más preciado, la legitimidad social".
En ese camino también hay retos, como ha alertado. "Seguir protegiendo nuestras fronteras y seguir haciendo frente a la amenaza que suponen el terrorismo, los procesos de radicalización, la lucha contra el crimen organizado, la cibercriminalidad, la violencia hacia las mujeres, el abuso a los menores, los delitos de odio y la trata de seres humanos, entre otros".
Estos, como describe, son los que conforman "un futuro cada vez más imprescindible e incierto". Pero "es el escenario difícil que nos ha tocado vivir, de tiempos vertiginosos, llenos de urgencias, con tensiones geopolíticas, en constante evolución tecnológica, con una actividad delincuencial que no deja de reinventarse y que aprovecha para sí todas las ventajas del mundo globalizado".
Problemas a los que se enfrentan en su día a día que "no es fácil, como decía, pero no estamos solos", concluye.