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Alicante sigue apareciendo en los ránkings como una de las ciudades más sucias de España -la segunda tras Palma- pese al gasto anual en servicios de limpieza y que año a año va mejorando en las puntuaciones del listado elaborado por la OCU. Tanto es así, que la limpieza sigue siendo una de las principales preocupaciones de los alicantinos y visitantes.

Ante este problema de imagen que afecta al día a día de los ciudadanos y turistas, el equipo de Gobierno municipal de Luis Barcala (PP) sigue haciendo propuestas para revertir la situación. Así, ayer se aprobó en Junta de Gobierno local una nueva Ordenanza de Limpieza que tendrá que pasar por comisión y pleno. 

Multas más altas para los infractores y casi doblar el número de inspectores (de 7 a 12) para comprobar que se realice el trabajo por parte de la contrata, son las principales novedades, bajo la filosofía de que "no es más limpio quien más limpia, sino el que menos ensucia".

Estas medidas irán acompañadas de campañas específicas de concienciación para hacer interiorizar la ciudadanía que el problema de la limpieza empieza por cada uno y que todos los alicantinos pueden colaborar en resolverlo.

Por un lado, el régimen sancionador, incluye multas más altas para las infracciones de menor cuantía, ajustado a lo que marca la normativa nacional y autonómica, con tres tipos de sanciones, leves, graves y muy graves, que van desde los 300 a los 3.000 euros.

En este sentido  se ha ampliado el número de supuestos en virtud de esta revisión pasando de 63 de la anterior normativa a 86 incidiendo en las cuestiones que más preocupan a los usuarios, en virtud de la encuesta realizada por el servicio como puedan ser el depósito de papeles, bolsas, colillas, chicles en la vía pública fuera de los contenedores y papeleras.

también el depósito residuos fuera del horario establecido, o dejar enseres y voluminosos en espacios públicos sin avisar al servicio de recogida, las micciones o defecaciones de personas en la vía pública -que llegan a triplicar la sanción pasado de 300 hasta 900 euros- o la no recogida de los excrementos de mascotas y su depósito en los lugares correspondientes, así como la no dilución de las mismas con agua o no llevar bolsas de recogida con multas que pueden alcanzar hasta 900 euros.

También se podrá sancionar la falta de limpieza de grafitis en las fachadas, considerado como una falta grave, con hasta 780 euros. Las sanciones más graves como puedan ser las relacionadas con el abandono de residuos derivados de la construcción o el derribo llegarán al máximo de 3.000 euros.