La nueva ordenanza de las terrazas en Alicante enfrenta de nuevo a Ayuntamiento y ocio nocturno: "Una ZAS encubierta"
- La asociación Alroa protesta por la aprobación en el pleno de esta regulación a los bares y restaurantes.
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La aprobación de la ordenanza de la ocupación de la vía pública retoma la particular guerra entre el Ayuntamiento de Alicante y las asociaciones de hostelería. La del ocio nocturno es la más contundente y protesta calificándola de "ZAS encubierto".
¿Qué es lo que se ha aprobado este jueves? La ordenanza marca este nuevo horario para las terrazas. En invierno pueden estar hasta la medianoche de domingo a jueves y hasta la 1 de la madrugada los viernes, sábado y vísperas de festivo.
Eso implica una reducción de una hora y de una hora y media respecto a la normativa actualmente vigente. En verano, de domingo a jueves, hasta la 1. Y con media hora más, hasta las 1:30 horas, los viernes, sábados y vísperas de festivos. En este caso el máximo anterior era hasta las 2:30 para toda la semana.
Y eso es lo que provocado la ira de la asociación del ocio nocturno, Alroa. Su presidente, Javier Galdeano, lo califica de "de grave error que atenta contra los negocios de cualquier barrio de la ciudad, turístico o no".
La crítica de los hosteleros llega a considerar esta medida "una Zona Acústica Saturada que encierra a la población y a los empresarios a partir de las doce de la noche, limita la capacidad de generar negocio y condiciona el modelo de vida de una sociedad mediterránea acostumbrada a disfrutar de las noches en el exterior".
El Ayuntamiento recuerda a través de la concejala de Ocupación de vía pública que estas medidas se toman "con el objetivo de conciliar la actividad económica con el derecho al descanso de los vecinos".
Y ese mensaje no lo comparten estos empresarios que creen que el acuerdo entre el Partido Popular y Compromís va en contra de ello. Así, consideran que "supone aplicar medidas similares a la de una ZAS, pero saltándose todos los requisitos administrativos para imponer medidas lesivas a los establecimientos situados en todos y cada uno de los barrios de nuestra ciudad".
Un punto en el que desde Alroa añaden que afecta a barrios alejados del centros sin que "exista un problema de convivencia vecinal, sin disponer de datos objetivos sobre el impacto económico que puede generar a muchos de ellos y sin medir si esta medida hace inviables determinados negocios fuera de las zonas de afluencia turística".