Alicante

El centro de salud de Foietes, uno de los más concurridos de Benidorm, ha dejado de prestar servicio a partir de las 15:00 horas hasta el 22 de septiembre, según ha informado la dirección en un comunicado que ha colgado en la puerta. Esta situación se da desde el pasado 23 de julio. 

Esta situación se produce en medio de un torrente de quejas desde el Sindicato Médico de la Comunidad Valenciana por la falta de planificación y contrataciones durante la campaña estival para poder cubrir todos los servicios.

De hecho, y tal como ha informado EL ESPAÑOL, los facultativos han iniciado una campaña en redes sociales para explicar al usuario por qué los plazos en atención primaria son tan largos: los refuerzos que se han contrratado apenas cubren a un 20% de los médicos, que son el colectivo más perjudicado por la política de sustituciones de la Conselleria de Sanidad. 

El caso de Foietes es sangrante porque se encuentra en una zona residencial de Benidorm, conocida popularmente como Colonia Madrid, de trabajadores de la capital turística. Da también servicio a una parte importante de la playa de Poniente. 

El cierre, además, coincide con la campaña estival, en la que Benidorm llega a tener una población de 200 y 300.000 personas. Ocho de cada diez hoteles están actualmente abiertos, y la ocupación durante los fines de semana roza el 80%. 

El pasado mes de mayo el Gobierno valenciano decidió prescindir de 3.000 trabajadores del sector sanitario que había contratado como refuerzo para la pandemia. En aquel momento la Comunidad tenía la incidencia más baja de España. 

Pocas semanas después el número de contagios se ha disparado en una quinta ola, con entre 1.500 y 3.000 contagios al día, y la presión hospitalaria ha ido creciendo poco a poco. Según los últimos datos de la Conselleria, la región tiene 682 personas ingresadas, 111 de ellas en la UCI.

En cuanto a Benidorm, la incidencia acumulada en la ciudad a 2 de agosto era de 888,57 casos por cada 100.000 habitantes, con más de 600 casos detectados en las últimas dos semanas. El municipio es uno de los 77 que tienen un toque de queda de una a seis de la madrugada, impuesto por el Consell con el aval del TSJ.

Tanto el Ayuntamiento como los empresarios han solicitado que la incidencia no se calcule en base solo a los ciudadanos censados (unos 70.000 habitantes), sino que se tenga en cuenta la población flotante, que en verano puede llegar a multiplicar por tres o por cuatro la habitual.

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