Alicante

El parque de naturaleza y animales Terra Natura de Benidorm tiene una nueva inquilina, una boa constrictor que fue rescatada por el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil tras caer desde un balcón a la vía pública en Alicante.

El ejemplar, como explica el instituto armado, fue incautado a un particular para trasladarla al recinto, donde permanecerá hasta que se determine la ubicación final del animal. Para comprobar su estado de salud después del accidente, los especialistas veterinarios le han realizado una serie de pruebas y se le ha incorporado un microchip para tenerla identificada en las instalaciones.

"Esta serpiente se caracteriza por matar a sus presas mediante constricción, apretándolas con su cuerpo hasta que logra estrangularlas, y puede alcanzar hasta los cinco metros de largo", recoge el comunicado. Por su parte, el responsable de Herpetología de Terra Natura, David Martí, comenta que "estos animales son complejos de cuidar".

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"Se deben tener en cuenta muchos parámetros y factores para conseguir un hábitat y un grado de bienestar adecuado para estas serpientes, por lo que no se deben tener en las casas como si se trataran de un animal de compañía", asegura. El réptil estará bajo la supervisión del equipo de herpetólogos del parque de naturaleza, que posee "una amplia experiencia en el manejo y cuidado de esta especie".

La serpiente ya descansa en uno de los terrarios del parque, donde podrá ser visitada por los asistentes que acudan en la exposición permanente de criaturas venenosas situada en el interior del volcán de la zona de Pangea. 

Protección y consecuencias

La Guardia Civil recuerda que el SEPRONA trabaja de forma permanente para "garantizar la protección de las especies de flora y fauna, de conformidad con la distinta normativa desde el ámbito local hasta el internacional. Para ello, los agentes verifican tanto que los particulares reúnan los requisitos obligatorios para la posesión de ejemplares, como que el comercio de las distintas especies se realice de manera legal".

Y advierten que "el tráfico y la tenencia ilegal de especies puede suponer a los responsables enfrentarse a consecuencias de carácter administrativo y penal. Además, puede suponer graves riesgos para la seguridad cuando no se les proporcionan los cuidados y medidas de seguridad adecuados a sus especiales características".