Alicante

A puñetazos y con un objeto punzante. Así se encaró un hombre con su expareja que está siendo juzgado ahora por intentar matar a su expareja en el aparcamiento de un hotel de Benidorm en el que trabajaba. La Fiscalía ha pedido este miércoles cinco años de prisión por estos hechos.

La Fiscalía ha mantenido esta solicitud de condena después de reconocer la apreciación de la eximente incompleta para el procesado, según recoge Efe. En los informes periciales que se practicaron al acusado señalan que este sufre un "deterioro cognitivo crónico" provocado por la acumulación de varios ictus cardiovasculares previos.

La acusación pública se ha ratificado, así, en sus conclusiones iniciales tras el desarrollo del juicio seguido ante un tribunal de la Sección Primera de la Audiencia de Alicante, al sostener que el acusado era responsable de un delito de homicidio en grado de tentativa.

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En esta línea, en su informe de conclusiones finales ha argumentado que había quedado demostrado que el procesado actuó con la voluntad de causar la muerte a su expareja, toda vez que "la había amenazado previamente" y de forma reiterada "diciéndole que la iba a matar".

De hecho, ha señalado que la víctima había manifestado durante su declaración en el juicio que en una ocasión anterior ya había actuado contra ella al tratar de embestirla con su motocicleta y pisarle un pie con una de sus ruedas.

La Fiscalía ha sostenido que la intención de causar la muerte se manifiesta por el tipo de heridas infligidas a la víctima: en la mandíbula izquierda, "cerca de la yugular", y en el pecho izquierdo, "lo que habría afectado a un órgano vital como el corazón, en el caso de que la puñalada hubiese atravesado la cavidad torácica". Así lo recogen los informes periciales forenses ratificados en el juicio, apuntan.

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En la presentación de este miércoles la acusación ha asumido el informe pericial psicológico en el que se concluye que el acusado no tenía la plena capacidad de control de sus actuaciones. El escrito de fiscalía también mantiene la apreciación de la agravante de relación de parentesco y de violencia de género. 

En parecidos términos se ha mantenido también la acusación particular, que, además de solicitar la misma pena de privación de libertad, ha demandado al tribunal que se acuerde la medida de alejamiento a un mínimo de 500 metros durante 6 años, así como la prohibición de comunicación y la medida de libertad vigilada por tiempo de 10 años. También ha pedido que se acordase la retirada de la patria potestad sobre el hijo menor del acusado y la víctima.

Mientras, la defensa ha solicitado una rebaja de la pena planteada por las acusaciones al descartar que el procesado tuviese la voluntad de matar, ha señalado que la vida de la perjudicada nunca corrió peligro como consecuencia de las heridas y ha indicado que las amenazas aludidas por la víctima se habían producido de forma reiterada como una evidencia de su alteración psicológica, sin que la propia afectada nunca llegase a presentar denuncia sobre esos hechos.

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Por ello ha planteado que se impusiese una pena de entre 20 y 30 meses de prisión o, como alternativa, que la condena quedase fijada entre los 30 y los 45 meses de internamiento.

Durante su declaración en el juicio, el procesado ha admitido los hechos y ha mostrado su arrepentimiento, aunque ha dicho no recordar nada de lo sucedido porque, según ha asegurado, toma "muchas pastillas" por su "enfermedad".

Los hechos objeto de juicio tuvieron lugar el 23 de abril de 2023, cuando el acusado se desplazó hasta el aparcamiento donde trabajaba su expareja, con la que había mantenido una relación desde el año 2000.

Al llegar la mujer y aparcar su moto, el procesado se abalanzó sobre ella y comenzó a golpearle con los puños y con un objeto punzante, que la víctima ha identificado como una navaja de pequeño tamaño, aunque el acusado ha sostenido que se trataba de un llavero.

La víctima intentó defenderse con el casco que portaba, pero no pudo evitar que le hiriese en la mandíbula y en el pecho hasta que un grupo de trabajadores del hotel que se percató de lo sucedido acudió en su ayuda y separó al agresor. Acto seguido, este se dio a la fuga y fue detenido poco después por la Policía.

Toda la agresión quedó registrada por las cámaras de seguridad instaladas en el aparcamiento del hotel. El juicio ha quedado visto para sentencia.

A quién llamar

En caso de emergencia, te recordamos los teléfonos que proporcionan atención a víctimas de violencia de género, así como otras formas de violencia machista contra las mujeres: Delegación del Gobierno contra la violencia de género: 016, WhatsApp 600 00 016. Emergencias: 112. Policía Nacional: 091. Unidad de Atención a la Familia y a la Mujer: 965 14 88 95. Gabinete de Atención a víctimas de Violencia Doméstica de la Policía Local de Alicante: 965 14 95 01 / 965 14 95 00. Guardia Civil: 062. Equipos de Mujer y Menor: 965 14 56 60 (Ext. 414).