Salvamento Marítimo y un buque han rescatado a ocho migrantes que permanecían en el agua a unas 26 millas al este del litoral de Benidorm y se busca en estos momentos a otros tres que viajaban con los anteriores en una patera, en un operativo que se lleva a cabo a 10 millas al sureste de cabo de la Nao, al norte de la provincia de Alicante.
Fuentes de Salvamento Marítimo han indicado este martes a Efe que la intervención se llevó a cabo anoche, después de que el buque, al parecer un mercante, avistara a ocho personas en el agua y alertara de la situación, lo que motivó que se activaran las labores de rescate con la participación de un barco y un helicóptero de Salvamento.
El buque subió a bordo a cinco de ellos y los trasladó hasta su puerto de destino, en Fos (Francia), mientras que un helicóptero de Salvamento Marítimo rescató a los otros tres, que han sido llevados al aeropuerto de València, según las mismas fuentes.
Los rescatados han manifestado que tres personas más viajaban con ellos en una patera, que al parecer naufragó, por lo que se inició la búsqueda de los desaparecidos, que continuaba esta mañana a unas 10 millas al sureste de cabo de la Nao, al norte de la provincia de Alicante.
Los migrantes, al parecer todos ellos varones y adultos, son magrebíes y han señalado que zaparon el pasado 27 de junio de Argelia con destino a Alicante. El rescate de anoche fue coordinado por Salvamento Marítimo y Capitanía Marítima de Alicante.
Pateras-taxi
Alicante es en su gran mayoría el punto de entrada en la Comunitat Valenciana de las pateras, aprovechando la menor distancia desde las costas africanas. Y a principios de enero los juzgados se encargaron de condenar a las mafias que se aprovechan de estas personas para explotarlas.
Una de esas organizaciones criminales especializadas en la introducción de migrantes argelinos en España con pateras-taxi y al tráfico de drogas fue desarticulada el pasado mes de diciembre. En la operación se detuvieron a siete personas, seis en Alicante y una en Almería y se incautaron 68 kilogramos de metanfetaminas en total, valoradas en tres millones de euros.
La actuación bajo el nombre Emisario de la Guardia Civil comenzó con las sospechas sobre un hombre argelino que controlaba la red de traslados y se encargaba de la logística de los viajes ilegales para sus compatriotas a través de las costas de las provincias de Alicante, Murcia y Almería.
La banda no solo transportaba seres humanos, sino que desde España cargaban las embarcaciones de éxtasis y anfetaminas y las descargaban en Argelia. Allí, volvían a España cargados de migrantes. De esta forma, la organización contaba con una doble financiación: las drogas y la inmigración.