Así encuentran las 'kellys' las habitaciones en Benidorm: "Habían vomitado por todo el cuarto de baño"
Yolanda García denuncia el poco tiempo que tienen las camareras de piso para las más de 20 habitaciones que deben limpiar al día.
Flotadores hinchados, botellas vacías, restos de comida y hasta vómito en el baño, son solo algunas de las cosas que ven cada día las camareras de piso cuando entrar a limpiar las habitaciones de los hoteles.
La portavoz de las Kellys Benidorm y Marina Baja, Yolanda García, denuncia una sobrecarga laboral, que en muchos casos acaba afectando a su salud. Las camareras de piso pueden hacer entre 20 y 24 habitaciones en una jornada completa, con menos 15 minutos para hacer cada una de ellas. "Para hacerla de forma correcta necesitaríamos al menos 30 minutos porque no todas están igual y hasta que no entras no lo sabes".
Explica que entre los clientes más sucios se encuentran sobre todo los jóvenes o aquellos que están celebrando una despedida de soltero. Recuerda el día que un grupo de jóvenes le dejaron el baño completamente sucio, ya que vomitaron por todas partes. García estaría de acuerdo en cobrarles un suplemento a los clientes que dejan las habitaciones, pero: "Habría que ver quién se lleva el dinero, si el hotel o nosotras", afirma.
"Me gustaría que vieras cómo entramos a trabajar y con qué cara salimos". Yolanda García explica a EL ESPAÑOL de Alicante que alguna vez se han llegado a quedar 30 minutos más para terminar el trabajo, pero que en la mayoría de los casos eso no lo cobran. "A veces si ven que tienes mucho trabajo y no llegas, sí que mandan a otra compañera para que pueda ayudar".
Un estudio de Comisiones Obreras (CCOO) reveló en 2019 que el 70% de las limpiadoras de los hoteles tenían que automedicarse para soportar la carga de trabajo. Dolor lumbar, hernia discal, lesiones en las cervicales o depresión y ansiedad, son algunos de los trastornos o enfermedades más frecuentes entre las camareras de piso. Entre los medicamentos más utilizados para combatir las dolencias se encuentran los relajantes musculares, los antiinflamatorios y los ansiolíticos.
Yolanda García nos atiende al teléfono justo antes de su cita con el fisioterapeuta. Tanto ella como otras de sus compañeras sufren de dolores musculares fruto de una intensa jornada, que se repite a diario. "El departamento que más bajas tiene en un hotel es el de camareras".
Sin relevo generacional
La falta de personal es otro de los problemas a los que deben enfrentarse el sector porque no existe un relevo generacional, sobre todo debido a las condiciones de los contratos y las secuelas posteriores. "Las hijas, nietas o sobrinas de otras camareras de piso no quieren trabajar de eso porque están viendo cómo está su familiar de salud", describe Yolanda.
Yolanda García afirma que hace un tiempo están esperando las mesas para debatir las propuestas de mejora del sector, pero que de momento no se han llevado a cabo. "No queremos que nos escuchen más porque ya está todo dicho. Lo que queremos es que se tome acción de verdad", afirma.
Por su parte, la secretaria general de Hosbec, Mayte García, recuerda que la "gran preocupación" del colectivo empresarial es precisamente disponer de una paz con el colectivo de los trabajadores porque es "la base del funcionamiento de las empresas". Añade: "Nosotros no podemos comprobar uno por uno si cumplen con el convenio. Nuestra función es velar porque realmente se disponga de esas condiciones, se conozcan y se trabajen".
"Nosotros estamos muy preocupados". Mayte García insiste en que el sector hotelero lo está haciendo bien en cuanto a digitalización y formación para los puestos de trabajo. "El sector hotelero está en evolución constante y necesitamos de un acompañamiento de todos los agentes, incluido el laboral", concluye.