Con el invierno a la vuelta de la esquina, el parque Terra Natura Benidorm ha comenzado a adecuar sus instalaciones para proteger a sus animales ante la llegada del frío en un amplio abanico de especies que van desde rinocerontes hasta serpientes pasando por perezosos.
Para garantizar un ambiente confortable, sobre todo cuando por la noche bajan las temperaturas, se ha activado la calefacción en los refugios interiores de diferentes especies.
Estos sistemas incluyen calefacción por aire para animales como los zorros voladores y las especies del área del volcán, radiadores para los siamang, gibones, rinocerontes, monos capuchinos y guacamayos, tejas térmicas para pitones y tortugas, y lámparas de calor para los perezosos y titíes.
Desde el parque indican que "cada instalación se monitoriza y ajusta constantemente según las condiciones exteriores, maximizando tanto el confort animal como la eficiencia energética".
Las medidas contra el frío se activó a comienzos de noviembre y se extendrerá hasta el mes de marzo para proteger a los protagonistas del parque contra unas bajadas de temperaturas nocturnas que pueden suponer riesgos para su salud.
Entre las principales estrategias del protocolo, se ha reforzado la dieta de los mamíferos con un incremento del 20 % en su ingesta calórica. "Este aumento asegura que los animales dispongan de la energía necesaria para mantener una temperatura corporal adecuada frente al frío", explican.
Asimismo, se están administrando suplementos de vitamina C para fortalecer su sistema inmunológico y prevenir enfermedades respiratorias. Esta medida es especialmente crucial en pequeños primates como titíes, monos capuchinos y gibones, quienes reciben la vitamina en forma de gominolas especiales, una fórmula diseñada para estimular sus defensas de forma natural. Durante los días más fríos, los cuidadores preparan papillas calientes para estos primates, proporcionándoles un extra de calor y energía.
Cuidados para reptiles
La prioridad de Terra Natura se centra en invierno en sus reptiles, que dependen de fuentes externas para mantener su temperatura corporal.
Los espacios destinados a serpientes y lagartos han sido equipados con bombillas especiales de luz ultravioleta (UVB), "esenciales para activar la síntesis de vitamina D en su piel". Además, especies como los camaleones cuentan con áreas con diferentes gradientes de temperatura, permitiéndoles moverse entre zonas cálidas (30-35 °C) y frescas (20-25 °C), según sus necesidades.
"El cuidado preventivo durante el invierno no solo asegura la salud de nuestras especies más vulnerables, sino que también refuerza nuestro compromiso con la excelencia en el manejo y cuidado animal", explican desde el equipo veterinario del parque.