Almanzora de la Vega, el escenario de la nueva serie original de Movistar+, es uno más de los protagonistas de Paraíso. Para lograr recrear la costa de la Comunidad Valenciana de principios de los años noventa, el director Fernando González Molina ha creado un rompecabezas con doce de sus destinos más populares.
De la A de l'Alfàs del Pi hasta la X de Xàbia el equipo de rodaje se volvió loco durante el primer semestre de 2020 para conseguir el pueblo que buscaba González Molina. Esa Almanzora es el resultado de sumar 12 pueblos y dos parques naturales. En ellos encontraron las 95 localizaciones de la apuesta de Movistar+ y The Mediapro Studio para esta temporada.
La desaparición de tres adolescentes, presentada al estilo del crimen de las niñas de Alcàsser, es el punto de partida para esta historia juvenil que se estrenará el 4 de junio. Aquel suceso que marcó una generación será solo el inicio para una historia de aventuras donde la Albufera o el parque de atracciones de Santa Pola son un personaje más.
Rodar en pandemia
"El rodaje más desafiante de mi carrera". Así lo describe Laura Fernández Espeso, directora general de The Mediapro Studio. Y eso ya es decir para un equipo como el suyo. Al casi centenar de localizaciones que recorrieron el año pasado tuvieron que añadir las dificultades de una pandemia. La que llegó cuando estaban a punto de finalizar el rodaje.
"La pandemia ha sido un reto enorme porque cuando llegó el estado de alarma cortamos el rodaje en marzo y lo retomamos en julio", explica. Tras el parón de cuatro meses tenían que iniciar toda una serie de protocolos sanitarios que arrancaban de cero. Y, además, "la serie tiene de todo: mucha noche, piscinas interiores... Ha sido un delirio pero lo hemos pasado fenomenal".
Momentos complicados también han tenido para preparar siete capítulos de alrededor de una hora. Algunos de estos momentos venían "con los dos mil figurantes de Valencia y Alicante o los doce pueblos en cinco semanas", enumera risueña.
En ese tiempo empezaron por el norte de la Comunidad con Xilxes, al interior con Requena y Villargordo del Cabriel para luego ir fueron bajando por la costa de Sueca, El Perelló, Oliva. De ahí entraron a Alicante por Xàbia, Calpe, Altea, l'Alfàs del Pi y Benidorm hasta llegar a Santa Pola.
Y a ese constante ir y venir había que sumar la construcción del exterior de la discoteca Paraíso, "todavía se me ponen los pelos de punta de aquello". Ese es uno de los escenarios clave en los dos episodios iniciales que han mostrado a los medios. Un lugar en el que se han inspirado, como señala González Molina, en varios clubes de la época y en los que se aprecia la influencia de la cúpula de Banana's.
La mano de Laguna
La dirección artística de Antón Laguna es la que ha proporcionado mucha seguridad al director. Con él ya había trabajado, entre otras, en Palmeras en la nieve, el trabajo que le valió el premio Goya en su categoría.
Así que confiaba en su capacidad "para rodar un único pueblo entre doce localidades desde Castellón hasta casi Murcia". ¿Un ejemplo? La propia Paraíso. "Esa discoteca es mezcla de muchas cosas: construimos un decorado en Chinchón y rodamos planos en Altea y el interior es un plató".
A esas dificultades había que añadir otra. "Recrear los 90 es complicado", reconoce, "cuando una ficción está pegada a tus días y la memoria es reciente, es más difícil". Pero esa era la época que tenían claro que querían presentar. Una que creen está mucho menos tratada en la ficción audiovisual.
Con la vista ya puesta en el próximo estreno en Movistar+, se sienten muy satisfechos del resultado. "La ambición visual es mucha para construir un universo paralelo", reconoce González Molina. "Paraíso tiene lo mejor de Fernando y ha añadido un registro diferente que me ha sorprendido", concluye Fernández Espeso.