"Ha sido un periodo de trabajo intenso y sobre todo de transformación de una institución cultural que hemos logrado que pasara de un modelo de cultura institucional a convertirse en una institución al servicio de la cultura". Así arranca José Luis Pérez Pont su primera entrevista tras su renovación como director del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana.
Esta semana, el Consejo General de este ente acordaba su renovación por cinco años más. Un periodo para el que cree que lo más complicado se ha dejado atrás: "Lo fácil viene ahora, lo difícil era poner en marcha una institución que estaba parada". Así, aunque haya mucho trabajo por delante, "el camino está abierto, lo que tenemos que hacer es profundizar en esos avances".
"Vertebrar culturalmente el territorio" es el otro gran reto que se marca Pérez Pont. "Hay que seguir avanzando en territorialización: llegar con proyectos educativos y expositivos a todo lo que podamos en la Comunidad Valenciana". De hecho, su intención es "prestar atención a entornos rurales y municipios de interior".
Llegar a todos
Deslocalizar la cultura de las capitales, puntualiza, ya era una línea que se había marcado en estos años. "Aunque eso no ha sido tan visible, tan mediático", apunta. Y por ello recuerda que durante este tiempo "hemos realizado actividades en unos setenta municipios; proyectos educativos en treinta centros escolares, diez por provincia; exposiciones con las que hemos cruzado la Comunidad Valenciana de norte a sur".
Apostar por estas dinámicas de proximidad, como indica, se sumará al desarrollo de otras nuevas. Unas "que van a generar una vinculación con municipios más pequeños que se quedan fuera del mapa de la programación cultural".
Más presupuesto
Conseguir todo eso ha sido posibles gracias al gran apoyo presupuestario recibido. Cuando entró en el Consorci contaba con dos millones de euros, en el último ejercicio esta cifra ya se había triplicado. "La Generalitat ha apostado claramente a través de la Conselleria de Cultura y eso nos ha permitido crecer en volumen de actividad, implantación territorial y en calidad de los proyectos que se realizan", señala.
Lo que sí echa de menos es personal para todo ello. "El Consorci de Museus tiene una plantilla reducida que, para la poca actividad que tenía en 2015, era suficiente", razona. Ahora, en cambio, "el crecimiento exponencial que se ha producido en estos años" necesita de un mayor apoyo.
Y a los datos se remite. En 2016 presentaron 35 exposiciones mientras que en 2021 serán 84. Del mismo modo, ese mismo año fueron un centenar de actividades y ahora superarán las 1 200. "Es un cambio sustancial de presión de trabajo", recalca.
El apoyo en personal
Desde la Conselleria de Cultura ya van a aportar una solución, adelanta. Será con la adscripción de dos nuevas funcionarias de la Generalitat y otros cuatro que está previsto se incorporen a finales de año. "Pero también es importante destacar que los entes consorciados, es decir, las diputaciones y los ayuntamientos de Valencia, Alicante y Castellón, conforme a los estatutos y a la legislación vigente tienen la posibilidad, incluso el deber, de aportar recursos humanos al Consorcio", añade.
¿Ha notado entonces una falta de apoyo en las administraciones? "No", responde seguro. "Lo cierto es que estos años hemos trabajado muy bien con las siete administraciones públicas", prosigue. Eso lo traduce en "un apoyo constante, un respeto al trabajo que se realiza y una armonía con los diferentes responsables con que hemos trabajado".
Implantarse en Alicante
El éxito de la fórmula de Pérez Pont en público y reconocimiento crítico busca crecer en los próximos años fuera del Centre del Carme, el único espacio que gestionan directamente. "Durante estos años ha habido conversaciones, especialmente con el Ayuntamiento de Alicante, para plantear que uno de sus espacios pueda estar gestionado por el Consorci, en colaboración lógicamente del Ayuntamiento", indica.
De momento, esa negociación no se ha trasladado a un centro concreto. Por eso Pérez Pont insiste, "hemos sido capaces de testear un modelo de agitación cultural a través del Centro del Carmen que se ha puesto de manifiesto que funciona. Nos gustaría sinceramente tener la oportunidad de implantar ese modelo en Alicante y Castellón porque creemos que sería bueno para ambas ciudades".
Arte popular
¿En qué se traduce ese modelo? "Hemos puesto de manifiesto que eso tan complicado de hacer accesible la cultura contemporánea y que sea un motor de atracción al público en Valencia se ha conseguido", explica.
Tanto es así que puede contar en cientos de miles las personas que visitan anualmente el Carmen. Y al repasar las cifras se enorgullece de recordar que durante estos cinco años "el Consorcio con su programación ha logrado tener casi un millón y medio de visitantes".
Esa respuesta popular es fruto de superar "algo muy complicado: generar un modelo de programación y una conexión con el público que hace que, sin necesidad de grandes campañas de publicidad, la forma de convertir la cultura en un espacio de vida cotidiana sea un motor de generar audiencias. Ese era el reto principal".
Y esa dice que es una preocupación que siempre ha tenido. "Parto del convencimiento que la cultura tiene la capacidad de hacernos mejores", sostiene. Una base que cree haber puesto en práctica en estos años y por lo que ahora se siente satisfecho. "Queda mucho por conseguir pero hemos abierto una vía de trabajo que demuestra que es posible", concluye.