'La millor terreta del món', 'Ven cuando quieras' o 'Haga como el sol, pase el invierno en Alicante' son algunas de las frases que invitaron a los primeros turistas del mundo a conocer la ciudad. La llegada de la primera locomotora a Alicante en enero de 1858 supuso un gran impulso para la ciudad, que tuvo que transformarse para poder acoger a todos los viajeros que querían bañarse en sus playas, conocer el Paseo de los Mártires de la Libertad (actual Explanada) y/o conversar con sus gentes.
"Alicante como ciudad acogedora, siempre ha abierto sus puertas a viajeros, comerciantes, forasteros, veraneantes, invernantes o turistas", explica la historiadora Verónica Quiles para la exposición sobre historia del turismo en la ciudad.
Los primeros hoteles de Alicante fueron las legendarias posadas del siglo XVIII. Algunas como El Sol, Las Torres, La Campana, El Pilar, La Higuera o La Balseta, que evolucionaron hasta convertirse en casas de huéspedes o fondas. Espacios más grandes que ofrecían mayor número de servicios y de mejor calidad a sus inquilinos.
Muchos de los establecimientos que se levantaron después, como la fonda 'Bossio', eran en realidad propiedad de familias italianas que se asentaron en la costa e hicieron negocio con el alquiler de edificios a miembros de la nobleza local y la burguesía comercial.
Los viajeros ya no querían quedaré en posadas, sino en hoteles. El nuevo concepto parecía una seña de riqueza y modernidad. Los grandes establecimientos del momento eran los hoteles Roma, Gran Hotel Iborra, Simón, Palace, Reina Victoria, Samper, Inglés, Sevilla, Pastor.
Grand Hotel Iborra.
Alicante tuvo que esperar hasta 1906 para contar con una cadena hotelera como fue la del Hotel Reina Victoria, arrendado por la Sociedad Franco-Española de grandes hoteles y viajes. A partir de este momento, el sector da un salto tremendo y nuevos conceptos como la restauración, las agencias de viaje, los casinos, sanatorio y balnearios revolucionan el turismo alicantino.
Oferta especial de 1860
En 1860, Alicante se preparaba para la visita de Isabel II. Era la segunda vez que la reina se paraba en la ciudad y todo tenía que estar a la altura. También las casas de huéspedes, posadas y demás fondas.
El Ayuntamiento decidió poner en marcha una estrategia para atraer a los viajeros. Convocó a todos los propietarios de posadas, fondas y casas de huéspedes para que ofertaran una promoción especial de precios reducidos para hospedaje, comidas y demás servicios para los primeros días de septiembre. Además, el precio de los billetes también bajó y se organizaron diferentes eventos y actividades como bailes, zarzuelas y corridas de toros "para los viajeros que visitaran la ciudad", tal y como describen en la exposición del Espacio Séneca.
Los cronistas Vila y Blanco en su obra 'Isabel II en Alicante' mencionaban por primera vez en sus escritos la palabra turista. "Encontramos las primeras referencias del término turista y los preparativos del servicio de diligencias, mensajerías y otros carruajes para viajar por el interior", explica uno de los paneles de la muestra.
Fonda Bossio en 1910.
La exposición sobre Historia del Turismo en Alicante incluye una recopilación de las frases promocionales utilizadas por medios oficiales de Alicante a lo largo de las legislaturas. Algunas, como las que se ha nombrado al principio, y otras diferentes tal que así 'Estación de invierno', 'Estrella del mar, Alicante te llama', 'La Casa de la primavera', 'Alicante, un sol de ciudad' o 'City and experience'.
La muestra 'Ven cuando quieras', patrocinada por la Concejalía de Cultura, sobre la historia del turismo en la ciudad puede visitarse hasta el 25 de febrero en la sala del Espacio Séneca.