Alicante estrena el Lorca del amor entre hombres más erótico con 'El Público' de Ramírez Sansano
El coreógrafo presenta en este nuevo montaje en el Teatro Principal su versión sobre el surrealismo dentro del festival Abril en Danza.
21 abril, 2022 02:04Noticias relacionadas
"Lorca siempre ha estado en mi vida", asegura Gustavo Ramírez Sansano. Sentado en la entrada del Teatro Principal de Alicante, donde estrena este jueves su versión de El Público, repasa el proceso de creación de su obra con un mayor erotismo y la importancia de presentar sin artificios una historia de amor entre hombres que el propio Federico García Lorca nunca pensó que se podría representar.
Aprovechando la parada en una intensa jornada de ensayos, Ramírez Sansano recuerda cuando era un chaval que aprendía en el Principal y se topaba de cara con el cartel de esta obra de Lorca que colgaba antes de entrar a la sala Núria Espert: "Siempre me chocaba con ese póster que era muy diferente a los demás".
De esa anécdota que le devuelve a Alicante donde estrena esta producción del Institut Valencià de Cultura dentro del festival Abril en Danza, salta al mercado americano donde trabajó durante años. Allí le pidieron hacer algo sobre Lorca "y lo que verdaderamente me interesaban era la parte de Comedia Sin Título, Viaje a la Luna o El Público".
Esa etapa, la menos popular del dramaturgo granadino, le atraía "porque me parecía la más conectada con la danza". E inspirándose también en la biografía de Ian Gibson creó una pequeña coreografía para dos en donde relacionaba al poeta con Salvador Dalí. Aquello se convirtió en la semilla de un deseo, abordar esta obra en gran formato.
Danza surrealista
Los cuadros que crea Lorca desde el surrealismo en El Público "está más conectada con la danza que cualquier manera de expresión realista", explica. Eso fue lo que le interesaba mucho más que abordar, ya fuera entonces para los americanos o ahora en España, clásicos más populares como Bodas de sangre o La casa de Bernarda Alba.
Y a pesar de ese entusiasmo con el que habla de su versión, reconoce que hubo un momento en que sintió el vértigo de pensar dónde me he metido al repasar la obra a fondo. "El Público es muy grande", cuenta con admiración, "es la obra de un genio". Ahí también sabía que abordaba un terreno más complicado para presentar a la audiencia porque "el público reacciona muy bien a entender de manera literal lo que está viendo, como cuando va al cine. Y eso no se lo pregunta uno cuando va un concierto".
Hablar de sentimientos
Presentar El Público le permitía "hablar de sentimientos, que es lo que él quería" y también debatir, "él te propone muchísimos temas, todos relacionados con el amor". En particular, Ramírez Sansano se detiene en la parte de Pámpanos y Cascabeles, "en la que representa el amor puro entre dos hombres".
Escrita en 1930, este texto permaneció sin estrenarse hasta 1986. Y el coreógrafo enumera esa manera cotidiana de hablar de la homosexualidad "con sus pequeños conflictos de poder que tenemos en las parejas, un amor que no tiene nada que buscar por detrás, que solo desea estar con el otro". Aquí se muestra convencido de que "en este libro muy, muy grande aunque tenga pocas páginas, Lorca lo hizo solo porque quería ver a dos hombres amándose en la escena".
Y eso lo mantiene en este montaje, para el que necesitaba un elenco de edad más elevada de la habitual. "Hay muchos momentos muy íntimos, de una implicación del estado de la mente muy alta, no solo de la física, con una connotación sexual porque la obra tiene mucho erotismo. Se necesita madurez y lo que tiene esta gente, generosidad a raudales".
Casi un siglo después de su creación, tratar la homosexualidad en el teatro no tiene nada de tabú. "Hemos mejorado muchísimo", dice al respecto, "estaría muy contento. Él pensaba que estas obras nunca se iban a representar porque la ciudadanía nunca estaría lista para poder entenderlas, sobre todo la burguesía".
Aún así, Ramírez Sansano también alerta de que este montaje llega "en un momento en que estos valores que pensábamos adquiridos se difuminan un poco. La historia nos enseña que las cosas de la misma manera que se ganan, se pierden". Nacido en San Fulgencio en 1978, "no he vivido la dictadura, pero la he sentido".