Persona rústica, sin refinamiento. Así recoge la Acadèmia Valenciana de la Llengua el término llauro. La Unió de Llauradors se ha cansado de ver esa acepción en el diccionario y ha enviado una petición a la entidad para que retire esa acepción que considera despectiva porque no se adapta a la realidad actual.
La organización agraria, en un comunicado que recoge Efe, ha explicado que esta definición aparece en segundo lugar cuando se busca en el Diccionario Normativo Valenciano. En la primera remite a la palabra llaurador, que define como persona dedicada a los trabajos agrícolas.
La Unió ha razonado que al ser una acepción que se liga con la primera de las acepciones eso afecta de forma directa a la profesión de labrador. Ya que esta aparece destacada y por tanto genera la asociación a una persona rústica y sin refinamiento.
En su opinión, se trata de una acepción despectiva hacia las personas que se dedican al trabajo en el campo que, históricamente, venía usándose con esta definición, pero tanto el sector como la profesión "han experimentado durante las últimas décadas una transformación, modernización, tecnificación y profesionalización totalmente alejada ya de los antiguos estereotipos".
Orgullo profesional
La Unió ha solicitado a la Acadèmia Valenciana de la Llengua que inicie las gestiones adecuadas para adaptar la definición de llauro a la realidad actual, evitando acepciones despectivas ya que aseguran que en la actualidad, definirse como llauro significa orgullo de pertenencia a la profesión de labrador o agricultor.
Los diccionarios siguen recogiendo acepciones que hoy día se consideran problemáticas para determinados colectivos. La palabra "alicantina" aparece como sinónimo de "treta, astucia o malicia con que se pretende engañar" en la última versión del Diccionario de la Real Academia Española. Y ahí también se han movilizado para pedir su retirada, como hizo el Ayuntamiento.
El último, en un pleno municipal de octubre de 2017, cuando de forma unánime, bajo el mandato del tripartito de izquierdas (PSOE-Compromís-Guanyar), se acordó exigir a la RAE la eliminación de la referencia por peyorativa.
En otros casos la movilización social sí consiguió el cambio. Hasta 2014 la RAE mantuvo la acepción de "tonto" si buscábamos gallego en su diccionario. En la actualidad, entre las diez acepciones que se incluyen de la palabra ya no aparece esta.