Jimina Sabadú (Madrid, 1981), es de esas escritoras que se atreve con todo, y que encima le sale bien. Todoterreno de las letras (colabora como periodista en El País y El Confidencial, también ha escrito en televisión, radio y revistas, así como un par de guiones, uno para la película 'La máquina de bailar' -2006- y protagonizada por Santiago Segura), se dejó caer este miércoles por la sede que tiene la Universidad de Alicante en la ciudad alicantina, donde presentó su 'La conquista de Tinder' (Turner), que llegó a las librerías en enero de este año.
En este ensayo, el primero que escribe, refleja a "modo de manual" lo que envuelve la mercadotecnia de esta red social. Tras reconocer que la idea de escribir sobre este mundillo, que envuelve también otras aplicaciones como Badoo, Grindr, Meetic o Match.com, partió de su editora, Sabadú comenzó trazando los tres motivos por los que alguien usa esta app: "Me dije, la gente entra por tres motivos: curiosidad, sexo o amor", a través de una interfaz donde la gente se conoce "como si se tratara de un juego, cuyo objetivo es salir del mismo, entras para huir".
Ella sabe de lo que habla porque pasó 4 años de su vida en Tinder y, entre medias, Badoo. También ha venido recopilando testimonios de sus allegados para al final extraer una dura conclusión: "Me he dado cuenta de que a la gente lo que le trae aquí es mucha infelicidad, la gente no lo disfruta, lo sufre, es como si te diesen decepción en cantidades industriales".
Y ese sufrimiento conlleva un coste psicológico. A este respecto, se pregunta: "¿Cuántos desengaños podrías tener en tu vida ante de la irrupción de estas app? Te podías dar una 5 hostias", responde. "Y ahora puedes darte 5 hostias en un solo mes" se responde.
La tesis principal del libro es que el usuario o la usuaria "se apoya en la impunidad" para, por ejemplo, cortar con otra persona. "No hay que dar explicaciones, con presionar un botón sobra", avanza. "Se tiene la idea de que puedes hacerles desaparecer de tu vida sin problemas", añade. El problema viene, como se puede leer en el libro, cuando se cruzan casos de enfermedades venéreas y, ante un contagio, una de las dos partes le pregunta a la otra y la respuesta "es un bloqueo". "O de gente que tiene una enorme vinculación emocional y que al desaparecer se quedan fatal".
Ella, confiesa, acabó "quemadísima". "Ahora tengo novio pero antes pensaba que iba a acabar odiando a los hombres, pensando que todos eran una absoluta decepción".
Hombres y mujeres
¿Es tan diferente el comportamiento entre hombres y mujeres en estas app? "Sin duda", asevera. "Mientras que el hombre le da 'like' a todo lo que se mueve y luego ya criba cuando consigue hablar con las mujeres, las chicas damos 'like' a los tíos que nos podrían interesar y luego elegimos".
O dicho de forma más cruda: "Una chica sin foto recibe 'likes' todo el rato y un chico muy guapo, como se puede ver en su foto, solo recibirá unos cuando 'me gusta'". Eso explica por qué al final Tinder y compañía generan beneficios no solo de los datos personas, sino también directamente de ofrecer un servicio 'premium'.
"El ingreso grueso viene de los usuarios que pagan para ampliar ubicaciones o poder dar más 'superlike', incluso hay gente paga el servicio anual, algo que da que pensar porque juegas con la idea de que vas a estar todo el año usándolo, sin olvidar el altísimo concepto que tienes de ti mismo".
"Humanizar su uso"
Jimina Sabadú reconoce que, con estas aplicaciones, "el amor entre dos personas puede surgir y eso es valioso", pero ella insiste en que su uso no está siendo el adecuado, por lo que trae más bien desgracias.
"Lo dejo claro, si tienes sentimiento de soledad real o sentida, o estás en medio de una depresión, no te recomiendo que uses Tinder y demás porque no va a hacer más que agravar esas sensaciones. "Hay que utilizarlo con cuidado en esos casos y humanizar su uso, creo que ayuda pensar que con quien hablas es eso, una persona con sentimientos".
Otros libros
'La conquista de Tinder' es el primer ensayo de esta madrileña, que llega tras publicar tres novelas con buena acogida de la crítica. La primera, 'Celacanto', fue Premio Lengua de Trapo y la siguiente, 'Los supervivientes', sobre el bullying, Premio Ateneo Joven de Sevilla.
Y, el tercero, 'Las palmeras' (Algaida), sobre una pandemia, lo publicó diez días antes que se declarara la pandemia de Covid en España y se decretara el confinamiento. En el libro anticipa, para la propia sorpresa de la autora, cómo un brote provocaba el cierre del país. "Todo lo que cuento se ha venido produciendo, bueno, menos lo del papel higiénico o que la pandemia del libro es sobre zombis, aunque eso nunca haya que descartar" que se pueda producir, añade entre risas.