La provincia de Alicante es mucho más que sol y playa. Bien los saben sus vecinos y turistas que cada año visitan los numerosos museos que esconden sus ciudades y pueblos. Algunos son muy curiosos, otros son increíbles y alguno que otro no es apto para claustrofóbicos. Ésta es la propuesta que hemos considerado más variopinta para acertar con el gusto de la lectora y lector.
MARQ (Alicante)
El Museo Arqueológico Provincial de Alicante inauguró su nueva sede en el año 2000, en el edificio del antiguo Hospital San Juan de Dios de Alicante ciudad. El reconocido como Museo Europeo del Año en 2004 es el más importante de toda la provincia. Pese al contenido que reúne, alberga más de 80.000 piezas de las civilizaciones que coparon la Costa Blanca, uno de sus atractivos es su estética moderna y su propuesta innovadora.
Además de las salas permanentes de obligada visita: de Prehistoria, Cultura Ibera, Cultura Romana, Edad Media y Edad Moderna y Contemporánea, se le conoce por sus exposiciones itinerantes, habiendo sido alguna de sus últimas, la de los Gladiadores o Etruscos, los que más éxito de visitantes les ha reportado en una década.
[Los gladiadores vuelven a atraer a las masas con el Marq batiendo récord de público en una década]
MACA (Alicante)
El artista Eusebio Sempere creó a partir de la donación de su colección privada el centro que ahora conocemos como el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante. En él podrás encontrar obras de los autores más famosos del siglo XX, como Picasso o Miró, y a los artistas que han redefinido el paso al siglo XXI, como Juan Muñoz y Jaume Plensa.
Siempre que acudas a este museo abierto en el casco antiguo de Alicante desde hace más de cuatro décadas encontrarás alguna de las múltiples actividades que ofrecen para toda la familia. Déjate sorprender por propuestas que pueden ser de teatro, danza o con niños para conocer lo mejor del arte.
MUPE (Elche)
El Museo Paleontológico de Elche, que celebra el próximo 3 de diciembre sus 18 años de vida con conferencias, talleres y cuentacuentos, cumple la mayoría de edad con el reto pendiente de ganar más presencia en la provincia, donde se erige como el único espacio del campo de la paleontología.
Con más de 1.200 fósiles y reconstrucciones expuestas que nos conducen al Paleozoico, destacan excepcionales ejemplares de trilobites, ammonites, un mosasaurio -reptil marino- y réplicas de dinosaurios, con un cráneo de T-Rex y la reconstrucción de Spinophorosaurus nigerensis, una nueva especie de dinosaurio, procedente de Níger. Sin olvidar que, lo que más interés despierta, son los restos originales de dinosaurios de Morella, restos de mastodonte de Crevillent y peces con una conservación difícil de creer.
Casa Museo de Miguel Hernández (Orihuela)
Quien venga de visita a Alicante, y quiera conocer de cerca la provincia, tiene una visita obligada a Orihuela, ciudad que destaca por su rico patrimonio y por ser el lugar de nacimiento de uno de los poetas más importantes de la historia de España.
En el interior de la que fue su morada, el visitante puede conocer de cerca momentos de la vida del poeta a través de las que fueron sus rincones: como su propio dormitorio, la cocina, el patio con el cobertizo para las cabras y el huerto, "en el que se encuentra la famosa Higuera que tantas veces le inspiro en sus primeros versos", cuentan desde el museo.
El Museo del Chocolate Valor (Villajoyosa)
Los apasionados del chocolate tienen una cita ineludible con este museo, fundado por la empresa centenaria del mismo nombre, cuya interesante historia queda reflejada en este espacio. Y es que, desde que Valeriano López Lloret, conocido como Señor Valor, se convirtiera en chocolatero, 1881, esta mercantil -que exporta a 50 países en la actualidad- ha ido creciendo más y más gracias al tesón de las cinco generaciones de maestros chocolateros que la han dirigido.
Quien lo desee, a su vez, podrá conocer en este museo el proceso de elaboración del chocolate, desde los tiempos en los que el cacao se molía en piedra hasta el tiempo presente, pudiéndose ver la evolución de la maquinaria de la industria de chocolate. Fundado en 1998, diez años después fue reconocido por la Generalitat Valenciana en 2008 como Museo Valenciano del Chocolate.
Museo Microgigante (Guadalest)
El Castell de Guadalest, una pequeña localidad de la comarca de la Marina Baixa que no llega a los 250 habitantes, es conocida tanto por la cantidad como la variedad de sus ocho museos, desde uno dedicado a instrumentos de tortura a otra centrada en los saleros y pimenteros.
Hoy, en cambio, os proponemos el Museo Microgigante donde se junta esculturas muy -pero que muy- pequeñas, como una plaza de toros en una cabeza de alfiler, un libro de la Biblia en un cabello o una pulga vestida de ciclista, a las obras más gigantes.
Museo del Juguete (Ibi)
Museo flotante (Torrevieja)
Los amantes del mar tienen en Torrevieja la oportunidad de recorrer el interior de un submarino para hacerse una mínima idea de como es vivir en un medio de transporte tan singular. Nos referimos, obviamente, al Museo Flotante Submarino S-61 Delfín.
El S-61 Delfín fue el primer buque de la Armada Española que se convirtió en museo flotante, precisamente en la ciudad que le otorgó su bandera de combate en el año 1971. Para la visita, las personas con movilidad reducida podrán desplazarse gracias a un elevador vertical. Sin embargo, no es muy recomendable para que sufra de claustrofobia o no se sienta cómodo en espacios cerrados. No hay que olvidar que, junto a él, se sitúa la Patrullera Albatros III, una nave que perteneció al Servicio de Vigilancia Aduanera hasta el 23 de marzo de 2006, cuando fue acogida por Torrevieja como su segundo museo flotante.
Museo de Bomberos (Alcoy)
En Alcoy está el MUBOMA, pensado para poner en valor esta profesión. Con numerosos audiovisuales y paneles, el visitante podrá observar los elementos materiales que permiten el desarrollo del trabajo del bombero. A través de las diferentes salas y vitrinas, se ven las herramientas y los recursos técnicos y humanos que han permitido el desarrollo de este oficio a lo largo del tiempo.
La paradoja del inmueble que actualmente acoge las instalaciones del Museo provincial de Bomberos de Alicante es que fue pasto de las llamas en 1985. Antes, fue levantado a mitad del siglo XIX con el fin cumplir las funciones características de una industria textil. Inicialmente el espacio fabril se destina a la producción de la manufactura de algodón y posteriormente se transforma en una fábrica de fieltros.
Museo de Música Étnica de Busot
A 20 kilómetros de Alicante ciudad se esconde Busot, una pequeña localidad en cuyo casco histórico se puede conocer de cerca una cultura, en teoría, lejana a la nuestra. Más de 4.000 piezas, la mayoría instrumentos de diferentes épocas, culturas y rincones del mundo pertenecientes a la colección del reconocido musicólogo Carlos Blanco Fadol, el mayor coleccionista de instrumentos étnicos del mundo.
La música étnica no deja de ser una manifestación ancestral, como se aprecia en este museo que repasa los orígenes y costumbres de una cultura que no solo se puede ver, sino también escuchar.
Museo Escolar de Pusol
Y acabamos el repaso con un museo que también es un colegio. Se encuentra en Pusol, una diminuta pedanía de las afueras de Elche. Fundado en 1968, poco a poco ha ido reuniendo objetos de la cotidianidad de la sociedad ilicitana en lo que supone todo un viaje hacia el pasado de nuestros abuelos.
Entre sus paredes se suceden las exposiciones itinerantes y los talleres sobre tradiciones de la ciudad. En 2009, el Comité para la Salvaguarda del Patrimonio Inmaterial acordó incluir en el Registro de Prácticas Ejemplares a este museo, convirtiendo Elche, en la práctica, en una ciudad con tres Patrimonios de la Humanidad, junto con el Misteri d'Elx y El Palmeral.