Una de las casas de la poesía en la ciudad de Alicante es 80 Mundos. Amar la herida, Odio la playa y Arkhé son tres libros escritos por las manos de quienes también te venden el último cómic de Paco Roca o la macabra muerte que haya imaginado Eva García Sáenz de Urturi. Tan intensos como payasos, también presumen de tener el reconocimiento de sus colegas con el título de librería del año que consiguieron cuatro años atrás. Y ahora, con el día del libro ya encima, están demostrando que aún lo merecen.

Fernando Linde la fundó en 1984 y dio el relevo a esta nueva generación en 2018. Carmen Juan, Sara J. Trigueros, Marina Vicente y Ralph del Valle se encargan de gestionarla desde entonces. A ese equipo de trabajo se sumó en 2021 Adrián Fauro y así se juntaron tres poetas tras el mostrador.

Trigueros ha sido la última en dar el paso y estrenarse como autora. "Nunca había visto claro la forma del libro que quería escribir, que no fueran poemas sueltos", cuenta. Y se lanza con Arkhé, un título visceral editado por Candaya. Las escribe como las dibuja en sus páginas bajo la influencia de autores latinoamericanos, parte de su herencia cultural. Salud mental, cáncer o la pérdida de hijos son tres de los duros temas que aborda en sus versos: "La vida me lo puso fácil y también difícil para encontrar el tema".

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Al abordarlos, Trigueros escoge "una forma de narrarme a mí misma y de explicarme algunas cosas", aunque no fuera ese el objetivo inicial. Al igual que le gustan los juegos de rol, en sus poesías juega con el lector mediante los dobles significados, "según lo que elijas, tienen varios caminos para leerse". La ironía y la voluntad de desdramatizar es su forma de expresión, aunque en Arkhé sean temas difíciles "que son temas de los que hay que hablar y es importante que estén visibles".

Antes que ella, Fauro desveló en su estreno poético su Odio a la playa, publicado en Cántico el mismo año en que dejó de entrar al número 14 de la calle General Marvá como cliente para ser ahora un librero más. Otro poeta. "Me gusta pensar que la poesía no es puramente exposición, que hay ideas que son una narración, y que yo hable de aquí, de esta ciudad, y que todo se pueda mezclar".

La primera que se lanzó fue Carmen Juan cuando publicó Amar la herida en La Bella Varsovia. Un libro por el que fue destacada como una de las nuevas voces de la poesía en España. Ahora está preparando su segundo libro que saldría diez años después que su estreno literario. "La vida te pasa por encima entre otras cosas", cuenta, pero matiza que está "absolutamente en contra de la imagen del poeta torturado que sólo siente dolor y que se puso de moda hace un tiempo y no se acaba nunca".

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Las hojas en blanco ya quedaron atrás para Juan, que se ha vuelto a enfrentar al reto de la revisión. "Para que quede como una quiere tiene que pasar por esa cosa impetuosa y arrebatada y ponerle mucha carne y color, pero ese no es el producto final, al menos no en mi caso. Y el reposo es fundamental".

Un proceso en el que sabe que puede contar, entre otras personas, con Trigueros y Fauro, del mismo modo que ellos lo hacen con ella misma. "Si alguien que escribe quiere que salga a la luz limpio necesita de unas correcciones que son externas porque uno mismo no puede ser objetivo con lo que escribe".

Fauro define lo que implica ser tres poetas trabajando juntos en su día a día "como un hilito que nos une a los tres, sobre todo a nivel de lectores, para saber quién está escribiendo, porque también tenemos diferencias, y nos recomendamos para divertirnos y completarnos".