"Hoy se nos ha ido en Buenos Aires, igual que vivió: haciendo nacer lenguajes nuevos". Así ha comunicado este jueves el Centro de Documentación de las Artes Escénicas y de la Música el fallecimiento de Guillermo Heras. El director durante casi treinta años de la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos hizo de la ciudad de Alicante una de las capitales de la creación dramatúrgica. Y así lo han destacado autoridades y responsables del mundo de la cultura: "Uno de los hitos culturales nacionales y un factor esencial de reconocimiento de Alicante".
"El teatro español de las últimas cuatro décadas no se concibe sin la figura señera de Guillermo Heras", indican desde un entrada en Facebook el Centro de Documentación. En él alaban "la tenacidad y la sencillez que despliegan los pocos sabios que en el mundo han sido".
"Pertenezco a una generación que en los años ochenta del anterior siglo hizo un gran esfuerzo de gestión para agilizar y desburocratizar modelos administrativos que ya estaban obsoletos", contó Heras en su despedida de la Muestra de Teatro en 2021. Este festival que acoge anualmente Alicante es uno de los grandes escaparates de la dramaturgia hecha en la actualidad.
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Heras dirigió durante 29 años este encuentro, desde 1992 hasta 2021. Tres décadas en las que siempre resaltó la evolución del panorama escénico: cuando presentar a los autores españoles del momento no estaba valorado, hasta el éxito internacional conseguido con ellos.
Y mostrar todo su trabajo fue la labor de Heras y de su equipo durante esos años. Gracias a esta cita anual que se celebra en noviembre pasaron 645 espectáculos y realizó 29 talleres de dramaturgia, además de debates con autores, productores, programadores y editores. Con una valoración especial por el encuentro de traductores con el que favoreció la proyección de la dramaturgia internacionalmente.
El alcalde de Alicante Luis Barcala destaca que la ciudad "tiene una deuda de gratitud con quien hace 30 años creó la Muestra de Autores de Teatro Contemporáneo, poniendo el nombre de la ciudad en lo más alto del teatro español e internacional". Por eso avanza que propondrá que la Muestra lleve su nombre para "reivindicar su figura y su legado". En un apunte personal, ha indicado que "sabía de su delicado estado de salud desde hace semanas, pero siempre confías en que pueda recuperarse".
La repentina muerte ha sorprendido a diversos gestores que habían estado en contacto recientemente con él. La actual responsable del Teatro Principal María Dolores Padilla había estado hablando este mismo lunes con él. "Es terrible cómo se ha precipitado todo. Deja un vacío muy grande", lamenta sobre un legado que considera "clave para el Principal y para los alicantinos que amamos el teatro". De hecho, el jurado de los Premios Estruch le había concedido Premio de Honor "por su larga y fructífera trayectoria y a la importancia de su figura dentro del teatro español de los últimos cuarenta años".
El que fuera director del Teatro Principal, Paco Sanguino, al valorar su trayectoria siente como su mayor satisfacción "el giro drástico de colaboración que se dio entre el Principal y la Muestra durante mi dirección, haciendo la relación profunda y consolidadamente estrecha". Por eso ha mostrado su apoyo a la iniciativa de Barcala de darle nombre a la Muestra.
La actual responsable de esta cita, Mónica Pérez, explica que "la edición pasada fue diseñada pensando en Guillermo". Asumiendo, prosigue, la que "era una responsabilidad enorme para mí". Por eso asegura que "fue una suerte poder compartir con Guillermo la continuidad de su proyecto más estimado. La calma que me dieron sus palabras y su abrazo, significó mucho para mí".
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En su última entrevista, realizada hace dos semanas en Buenos Aires, Heras hablaba de la enfermedad coronaria causante. A pesar de ello, explicaba risueño a Señal Calafate que "llevo desde los veinte años viajando y la casa es la maleta".
La dramaturga Josi Alvarado, ganadora del primer premio Ana Diosdado que impulsó Heras a través de la Muestra, le recuerda como "un maestro y un amigo". Por eso considera que "la mejor forma de honrarle es proteger el arte que tanto amaba: las artes escénicas en toda su libertad y belleza, sin admitir ningún tipo de censura".