Pocas veces una propuesta museística ha levantado tanto furor en Santa Pola. La reapertura de su acuario, cerrado desde la pandemia, ha llegado a provocar colas en momentos puntuales del día para su visita, gratuita durante todo este año. Por ahora, mil personas de media al día ya se han acercado desde que volviera a inaugurarse el pasado 28 de julio, cuenta a este medio la concejala de Cultura, Manuela Baile Martínez, lo que deja un cómputo global de unos 12.000 visitantes hasta este miércoles.
Y es que el Ayuntamiento de Santa Pola, en manos del PP, ha querido aprovechar el tirón turístico veraniego, cuando su población pasa de 30.000 a 100.000 habitantes, para estrenar un espacio muy esperado desde hace años. Eso explica que, en las reformas que han venido acometiendo tras su apresurado cierre (mantimiento, climatización y carpintería), aún haya elementos que faltan, como los carteles explicativos. Por este motivo, y porque el acuario en si cumple en este 2023 cuarenta años de vida, el consistorio ha decidido que no se abonen los tres euros de entrada para el público en general y los 1,5 euros para menores de 4 a 16 años.
Considerado el acuario de agua salada más antiguo de la Comunidad Valenciana, alberga en sus nueve peceras 200 peces y 40 especies, enumera la concejala, entre los que se incluye un mero, de nombre Batiste, que lleva en este espacio 35 años, varias morenas "muy graciosas" y los pulpos "como principal atractivo". A este respecto, tras visitar las instalaciones, nos percatamos que de los tres pulpos que había hace unos días, solo queda uno. El responsable del espacio explica que esto se debe a que el de mayor tamaño se ha comido a sus crías.
Desde sus inicios, como insiste la regidora Baile Martínez, la mayoría de las especies que recoge el acuario han sido donadas por los marineros de Santa Pola y el agua se capta directamente del mar, y previo tratamiento se impulsa a los acuarios.
Inaugurado en otro sitio
Este acuario, instalado enfrente del Ayuntamiento, tuvo otra ubicación inicial. Empezó a construirse en 1981 junto con el museo arqueológico y pesquero y quedó inaugurado en 1983 en la anterior ubicación, el Castillo Fortaleza, el monumento más emblemático de la localidad costera.
En sus inicios, el Aquarium de Santa Pola, como se denomina oficialmente, ocupó cinco salas del Castillo Fortaleza y a estas, se sumaron, también ubicadas en el Castillo, otras dependencias, como el laboratorio y la sala de cuarentena. La sala de cuarentena poseía 11 cubetas con una capacidad aproximada de 8.000 litros de agua marina, y su objetivo, era ayudar a soportar el estrés causado a las especies por su captura y el control de enfermedades, se puede leer en la web del Museo del Mar de Santa Pola.
Con todo, hace 27 años que el Aquarium cambia de ubicación y estrena nueva sede. Sale del Castillo y se instala en su entorno actual, dejando espacio a nuevas salas destinadas a la historia y etnografía local.
En esta nueva sede, el acuario posee una extensión de 707 metros cuadrados y 9 acuarios de grandes dimensiones, que ocupan un total de 180 metros cuadrados, donde se muestran gran variedad de especies mediterráneas.
En el centro se encuentra ubicado un gran acuario de planta casi cuadrada, alrededor del cual el público puede moverse libremente en un anillo delimitado exteriormente por una serie continua de acuarios.
Lo que falta
Cuenta Baile que aún faltan retoques. Más allá de los carteles explicativos, queda por recuperar la sala de audiovisuales con vídeos que muestran la cultura marinera, también quieren recuperar ánforas del Museo del Mar para meterlas en las peceras y más flora autóctona.
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Esto, con respecto al acuario. Porque Santa Pola arrastra otras asignaturas pendientes, como el museo del Barco Pesquero Esteban González, cerrado desde hace unos cinco años y del que Baile espera que, si no en 2023, en 2024 pueda reabrirse.
Por su parte, el museo etnográfico ubicado en el Castillo está abriendo este verano de manera muy puntual por la falta de personal, reconocen trabajadores consultados, una problemática que el ayuntamiento espera "pronto" solventar.