Según explica la Real Academia Española (RAE), una bruja o un brujo es aquella persona a la que se le atribuyen poderes mágicos obtenidos del diablo. Sin embargo, la Inquisición española utilizó este concepto desde 1478 para justificar la 'caza de brujas' o como se conocía a la persecución de todas aquellas mujeres que no cumplían con la moral de la época o sencillamente no pensaban como la mayoría.
"La Inquisición llamaba bruja a toda mujer que alzara la voz", explica la autora de 'Mujeres que arden', María Esclapez (Elche, 1990). Este es el título con el que la psicóloga y divulgadora en redes sociales debuta en el mundo de la ficción con una novela que habla sobre la vida de dos mujeres de distintas épocas que comparten un secreto.
María Esclapez se encuentra ahora en plena gira de presentación con 'Mujeres que arden' (Penguin Random House Grupo Editorial-Ediciones B). En su próxima parada, la ilicitana vuelve a encontrarse con sus lectores en la Librería 80 Mundos de Alicante el próximo martes, 9 de abril para hablar de lo que mejor conoce (autoestima, relaciones de pareja, relaciones de amistad y algún que otro perfil narcisista), pero a través de las historias de dos mujeres con muchos siglos de diferencia y un enemigo común.
Mujeres que arden
Todo empieza cuando Eleonor, una joven del siglo XXI decide irse a vivir a la casa de su abuelo recientemente fallecido en Toledo, con el objetivo de superar una relación sentimental tóxica. Una vez allí, se encuentra con todo desordenado y un montón de libros viejos. Uno de ellos llama su atención, se trata de un manuscrito que pertenece a Julia, una mujer que vivía en el siglo XVI y a la que la sociedad de la época tachó de bruja.
Eleonor y su entorno se pone a investigar sobre la vida de Julia y descubren que realmente no había ninguna razón para acusar a esta mujer de hechicera, más allá de su carácter, algo rebelde y reivindicativo para la época. "Se habla poco de la brujería y cuando se hace, se piensa en magia. Pero no, no era así. En la Inquisición se perseguía a aquellas mujeres a las que se consideraba de dudosa fiabilidad porque se cuestionaban más cosas que el resto", describe la autora.
María Esclapez explica a EL ESPAÑOL de Alicante que uno de las principales objetivos de la novela es criticar ese comportamiento de juicio y castigo hacia la mujer, algo que no se ha erradicado con el paso del tiempo, sino que solo ha cambiado de aspecto. En el libro se pueden leer diálogos sacados del 'Malleus maleficarum', un tratado sobre la brujería escrito por los monjes dominicos en el año 1486.
"Lo vemos replicado hoy en día en casos como el de la Manada o Jennifer Hermoso y Luis Rubiales, en los que que la gente hace comentarios sobre la víctima del tipo 'Si la han violado, ¿por qué sale de fiesta' o 'si no quería hacerlo, ¿por qué no dijo que no y ya está?". María Esclapez termina su reflexión con una pregunta: "¿Hemos evolucionado tanto como creemos en materia de feminismo?".
A la que la ilicitana también responde: "Hemos evolucionado, evidentemente, pero ese cuestionamiento social sigue existiendo y la invalidación también. Ahí está parte de la crítica y también (parte) de ese secreto que comparten Julia y Eleonor".