Carles Cortés aborda la adolescencia en 'Diaris creuats'.

Carles Cortés aborda la adolescencia en 'Diaris creuats'. M.H.

Cultura

"Me robaron la adolescencia por sentir que debes de pedir perdón por sacar dieces"

Carles Cortés presenta su nuevo libro, 'Diaris creuats', para retratar la juventud actual y los problemas a los que se enfrentan.

7 junio, 2024 06:07
Alicante

Carles Cortés regresa a las librerías con Diaris creuats, una novela que presenta este viernes en la ciudad de Alicante. Esta es la primera parada de un doble viaje a la adolescencia que ha emprendido literariamente en estos últimos cinco años: "Me robaron la adolescencia por sentir que debes de pedir perdón por sacar dieces".

Y para explicar por qué lo hace, el también catedrático de la UA se remonta al proyecto que aún tiene pendiente de publicar. A partir de reencontrarse con su propio diario, Cortés crea una ficción para retratar a un veinteañero que llega a Alicante a mediados de los años 80 "y redescubre su personalidad y su forma de ser" en la universidad.

En este retrato generacional, con una banda sonora en la que aparecen Wham o Mecano, presenta a su protagonista en primera persona señalando las cosas que aún tiene de adolescente, pero su voluntad de creerse mayor de lo que es.

¿Qué tiene que ver entonces esto con la novela que presenta en la librería Pynchon este viernes? Como subraya, ambos proyectos están íntimamente relacionados. La otra será más extensa y compleja "porque en la segunda parte incluye tres décadas después un balance de la madurez".

Al plantear todo el propósito de la misma se detuvo y se planteó: "Si hago un diario de mi generación, ¿por qué no hago en una pausa una novela corta y concisa de dos diarios de adolescentes?". Con ellas quería "ver si las palpitaciones de los jóvenes de ahora son las mismas que las nuestras y la respuesta es que sí".

Las dos jóvenes escriben sus diarios íntimos, "que no se los envían y sin saber dónde viven", recogiendo "sus reflexiones y cómo descubren el mundo". Una estructura que aprovecha para "abrirme en canal como personaje". Sin artificios, "aquí es texto casi oral, sin frases a medias ni abreviaturas, y en la otra se escribe en papel". 

El mal que no tenía nombre

Si la forma se adapta al lenguaje que utilizan dos quinceañeras, el fondo comparte la inquietud y la ansiedad de la edad. "Con los 55 años que tenía cuando la escribí, escarbaba cuando tenía esos años y es lo mismo. Ahora el entorno es diferente: hay redes sociales, como Instagram y TikTok, porque antes el ghosting o el bullying te llegaba directamente, te veían y te daban". Conceptos que, como remarca, "antes no tenía ni nombres y se asumía y ya".

En esa comparativa también señala la evolución familiar: "Lo que ahora decimos la superprotección de los padres, antes no había, pero teníamos soledad porque pasaban de nosotros. Ahora hay clases particulares, actividades, wifi o habitación individual que no lo teníamos. Y tenemos todo eso y un adolescente con eso se puede sentir solo porque nuestra generación como padres lo sustituimos y justificamos la falta de tiempo, pero la necesidad de afecto es la misma que teníamos y lo teníamos asumido".

El venir y volver constantemente entre pasado y presente por estos dos proyectos ha hecho que Cortés sea más consciente de su propia historia. "Hoy he escrito sobre el maltrato, que no es el típico tópico que algunos quieren negar, hay muchos tipos y una vez acabo estas novelas, a mí me han maltratado. Y no por ser gay. Yo he tenido el bullying por ser el primero de la clase y el ghosting igual, por empollón".

Escribir estas novelas ahora, recalca, es lo que le ha hecho ser consciente de ello y cómo puede haber influido en su personalidad: "En esa etapa el acoso y maltrato que recibo es por ser diferente y sacar dieces". ¿Le han robado la adolescencia? "Sí", responde rápidamente, "tuve que ser más maduro. Me la robaron porque mi lucha contra el acoso o maltrato por ser estudioso y destacar en algo y por sentirte que debes de pedir perdón por sacar dieces hizo que ofreciera una imagen de maduración responsable puede que falsa y que, en el fondo, el travieso que tenía dentro siempre ha estado".

Como creador, ahora puede actuar sobre ello. "Por eso en Diaris creuats quiero que a las protagonistas no les roben la adolescencia y que lo vivan con la mayor naturalidad posible y el bullying o ghosting no es por ser lesbianas, es por ser diferente. Esta es la adolescencia que me hubiera gustado tener, pese a las situaciones complejas de sus protagonistas", concluye.