La colonia romana de Elche no está sobre un pequeño poblado ibérico, sino sobre un asentamiento de gran tamaño. Esta es una de las principales conclusiones de las excavaciones que el equipo del catedrático Jaime Molina destaca de la campaña en el yacimiento de La Alcudia. 

"Normalmente, solo hablamos de poblados ibéricos", explica Molina a EL ESPAÑOL sobre este trabajo que ha hecho para la Universidad de Alicante. "Pero quizás estaríamos ya hablando de algo que ya se acerca más a una ciudad" porque "las dimensiones son lo suficientemente grandes".

Este descubrimiento refleja el importante desarrollo económico que se había conseguido en la zona, aproximadamente dos siglos después de que un artesano creara la escultura íbera más conocida: la Dama de Elche. "Está cambiando la perspectiva desde el momento en el que estábamos viendo un núcleo ibérico muy importante".

Si el busto de la dama "parece que está en un contexto más ritual", y que como reitera es dos siglos anterior, lo que están documentando actualmente son los restos de la gente que se estableció allí después, hacia el siglo III antes de nuestra era. "No es solo un entorno funerario, es la gente que vivía allí: la ciudad".

¿Y qué hace toda esa concentración de gente? "Muy probablemente son todos agricultores", responde el catedrático de Historia Antigua, con lo "que se está poniendo en producción el campo de Elche, algo que es muy interesante". "Eso nos está indicando un fortalecimiento de las estructuras ibéricas, ya no las religiosas, que lógicamente también, sino las productivas, las sociales, las políticas", añade.

Entre los objetos extraídos en la excavación destacan una vasija ibera decorada que, sellada con una tapa, guarda presumiblemente en su interior un enterramiento infantil, los únicos que se hacían bajo las viviendas, explica Molina. Un descubrimiento que se ha producido mientras se estaba trabajando en el objetivo "fundamental de esta campaña: conocer el urbanismo de la época romana".

El conocido busto ibero del siglo V antes de nuestra era que se exhibe en el Museo Arqueológico Nacional es la prueba mencionada de que había un asentamiento de esta cultura. Con el trabajo que están llevando a cabo se prueba que unos dos siglos después, este era mayor: "Un núcleo importantísimo que justifica que posteriormente, en época romana, este sea el núcleo de referencia romano" en la provincia.

Así lo demuestra el esplendor de sus baños públicos, sus termas, que se construyeron sobre los restos iberos y donde han encontrado la mencionada urna. "Nos hemos encontrado que son aún más grandes de lo esperado, alcanzando de momento los 1.160 metros cuadrados, y todavía faltan espacios y habitaciones por excavar", explicaba Molina al dar a conocer esta campaña sobre la parte romana.

El catedrático reconoce que al afrontar la campaña pensaba que darían por terminado el trabajo con las termas: "Estábamos seguros de que este año íbamos a terminar de excavar, pero qué va. Resulta que hay una sala gigante que es el doble de grande de lo que teníamos previsto. Entonces, todavía nos faltan habitaciones". Que estas termas sean "gigantes" lo interpreta como prueba de "que ha crecido mucho la población y que el movimiento económico es muy importante porque necesitas infraestructura pública".