Alicante

¿Qué hay detrás de los edificios que vemos todos los días? En el caso de la escritora María Villamayor, imagina los misterios que alimentan sus exitosas novelas. Y con ellas promociona la ciudad de Valencia para redescubrirla en una trama en la que habla del mayor robo en la historia del arte.

Lienzo de sangre es la nueva entrega de las hermanas Ferrer, la tercera parte de una saga que inició en 2012 con Las doce llaves: "Jamás pensé que estos personajes podían tener una novela tan larga. Y doce años después, más que contenta, claro". 

Si la trama es clave, Villamayor razona también que "le doy muchísima importancia a los escenarios, para mí son primordiales. Y me tienen que encajar en la escena que yo quiero desarrollar".

Una escena de Huellas de plomo, la segunda parte de esta serie, le sirve para explicarlo. "Necesito unas escaleras, pero no pueden ser unas normales, así que escojo el Puente del Real, uno de los más emblemáticos de la ciudad y con unas espectaculares".

En la primera de ellas ha llevado a sus páginas las torres de Serrano y las de Quart, la plaza de la Virgen e iglesias como los Santos Juanes y San Juan del Hospital. En la segunda "sigue habiendo muchos escenarios emblemáticos: Monasterio de la Trinidad, Convento de Santo Domingo o el Monasterio de San Miguel Arcángel de Liria".

"Y aquí me quedaban todavía lugares por nombrar porque Valencia tiene mucho que ofrecer", subraya. Así enumera algunos de ellos como la iglesia del Patriarca, el Palacio de la Generalitat y la Casa Vestuario.

Una lista con la que anima a sus lectores a visitarlos para que conozcan más del territorio. "Y realmente reconozco que el lector va a aprender mucho con cualquiera de las tres de la saga", promete.

Villamayor recalca que con la elección de Valencia pretende incitar al lector, tanto el local como el foráneo, a descubrir sus calles y acostumbrarle a este escenario con la misma naturalidad que habitúa a que la ficción sea en lugares desconocidos.

Convertida en guía literaria, ese objetivo lo subraya con el mapa del centro de la ciudad que incluye para facilitar el seguimiento del recorrido que llevan los personajes. "Y la intención es esa: que el lector conozca la ciudad. O por lo menos se moleste, preocupe o le cree esa curiosidad por saber un poco lo que tenemos".

Al repasar esos espacios se trasluce el orgullo que siente. Lo que no le impide puntualizar que "adoro mi ciudad y aunque yo soy valenciana, mis raíces son manchegas, de un pequeñito pueblo de Ciudad Real llamado Alhambra".

El enfoque en la divulgación de la ciudad lo tiene tan presente como que "la trama en sí es lo que puede cautivar al lector, ya no de conocer la ciudad, porque puede ser más o menos interesante, sino de lo que se desarrolla en ella. En este caso, mundo del arte, percepciones, intriga, búsqueda...".