La historia de cuatro amigos que, pasados los cuarenta, se replantean su relación con las mujeres se convirtió en un éxito mundial con Machos Alfa en Netflix. Con ella, el intérprete de Alicante Fele Martínez consigue uno de los mayores éxitos de audiencia de su carrera, acompañado de premios como el Iris. Orgulloso de su trabajo y de la serie, él y Raquel Guerrero analizan la temporada dos de este fenómeno de la comedia y la vigencia del machismo. en España donde el 44 % de los hombres creen que la igualdad ha avanzado demasiado.
"Realmente de lo que más feliz me siento es que, de repente, la comedia por fin sea valorada y se ha premiado", comienza Martínez feliz tras lograr imponerse como mejor actor en el reciente premio de la Academia de Televisión. Y lo es en particular porque en la gala, como es habitual en los galardones del sector, el drama acapara protagonismo. De ahí que reivindica que "mi vida va por, para y a través de la comedia".
En este caso el vehículo se lo sirven los hermanos Laura y Alberto Caballero. "Si hay algo que tiene la serie, es que estamos todos absolutamente conectados los unos con los otros y todos en el sitio que tenemos que estar", razona. Esa conexión con Guerrero, con la que interpreta a la única pareja casada en la serie, es una prueba de ello que revalidan en esta temporada de la que se han podido ver un adelanto de tres episodios antes de su estreno oficial el 9 de febrero en la plataforma.
[Fele Martínez va a por la segunda de 'Machos Alfa' y volver a los ataques de risa]
"Ya teníamos la química", señala la actriz madrileña y Martínez lo reafirma asegurando que "es muy fácil trabajar con Raquel". Ambos recuerdan que coincidieron anteriormente en una dura escena de Estoy vivo y se cayeron muy bien. Por eso cuando hicieron las pruebas de reparto, Guerrero recuerda desear el querer "ser la mujer de este señor en la ficción". "Y así fue", remata su compañero.
En la primera temporada, ambos representan a un matrimonio con dos hijos preadolescentes que atraviesan su crisis de madurez. A partir de ahí, como el resto de sus amigos, Fele Martínez se apunta a un curso de masculinidad para comprobar sus actitudes machistas. Su recorrido los convirtió en una de las parejas más destacadas en esta serie coral, cuyo éxito pronto se amplió a esta temporada.
Al leer los nuevos guiones, Martínez reconoce que "tenía la inquietud de si iban a superarse". Y pasó rápidamente ese temor: "Una vez leídos era como que hemos pasado pantalla y ahora lo que hay que hacer es disfrutar el viaje porque es que están tan bien escritos, que lo único que tienes que hacer es ponerte en situación y disfrutar".
Y aunque no se puede avanzar cómo resuelven sus personajes su relación, Martínez sí se aventura a señalar que en esta segunda temporada en esta pareja "hay una especie de acuerdo tácito por parte de los dos en el que todavía queda un poquito de cierto resquemor. No es que de repente todo vaya bien, tabla rasa y empezamos de cero. Hay un poquito de mala leche ahí".
La vigencia de las actitudes machistas tóxicas ha aflorado con la reciente encuesta del CIS de la que se destacaba que el 44 % de los hombres en España creen que la igualdad ha avanzado tanto que ahora son ellos los discriminados. Al ver esos datos, Guerrero se arranca y reclama que "todavía hay que seguir trabajando por esta igualdad para que la percepción sea diferente", lo cual comparte Martínez.
En ese camino, Martínez destaca el impacto del retrato social que genera una serie como Machos Alfa. "Quiero pensar en que, de repente, la palabra machirulo haya entrado en el diccionario de la RAE, hay un microporcentaje que te vas a otorgar. Creo que algo hemos aportado". Con lo que reivindica la importancia de hacerlo con el género: "Lo hemos puesto con la serie encima de la mesa, se le ha dado luz y, además, a través de una herramienta muy potente como es la comedia, que es fundamental".
El acierto que han conseguido el equipo de guionistas comandado por los Caballero, recuerda el intérprete, tiene una base amplia. "Se nutren de muchas situaciones que son autobiográficas, lo que no sabemos es de quién. Y eso quedará también un poco en la leyenda de todo esto. Pero sí que es verdad que ellos parten de situaciones cotidianas. La realidad ya es tan surrealista muchas veces que te da para eso".
"Todo eso luego lo pasas por el tamiz de este equipo de descerebrados, que tienen tanto músculo para la comedia, y son capaces de repente darle esta forma", bromea Martínez. Eso les permite "prácticamente coger, vestirnos y p'alante", lo cual "es muy divertido".