La naranja con la que toma el desayuno o el postre está patentada. Sí, las frutas tienen patente aunque pueda sorprender. Y ese negocio de las multinacionales que arruina a los pequeños agricultores de la Comunitat Valenciana y otros muchos lugares fue el punto de partida para la cineasta Laura García Andreu. Con Domingo Domingo, el documental sobre un valenciano que se revela y quiere patentar su propia variedad ha conseguido estar entre los mejores talentos de esta última Berlinale.
"La mayor parte de las verduras y frutas tienen una patente que pertenecen a una multinacional", explica García Andreu, que ha estado la semana pasada en Berlín. "Los agricultores tienen que pagar mucho dinero y entran en el ciclo vicioso que les destruye porque las que triunfan son las que no tiene". Como recuerda, quien compra las semillas creadas en los laboratorios sabe que tiene que esperar años hasta que el naranjo crezca y produzca las variedades que quieren comprar los mercados.
La directora tenía claro que para transmitir estos mensajes tenía que hacerlo a través de la comedia. Un reto cuando se opta por hacerlo mediante este género. "Tenía muy claro que este documental tenía que ser con toques de humor porque al reír podemos procesar mejor el drama que hay en la película". La elección del formato y género la ha convertido para los especialistas en una rama más de la estirpe de Berlanga y sus crudas ficciones de la sociedad española del siglo XX.
Así lo hace a través de su protagonista, Domingo, un agricultor de Les Alqueries, en Castellón. En una escena se reúne en el bar con un amigo y le cuenta cómo unos agricultores intentaron robar semillas patentadas escondiéndolas en un bocadillo durante una visita a un laboratorio de Israel. O el caso de otros que decidieron metérselas en la boca durante una demostración de viveros en Tarragona.
Este documental de la productora de Elche Suica Films ya está terminando su circuito internacional de festivales después de pasar por Grecia, México, Chile, Serbia e inaugurar Docs Valencia el pasado otoño y el próximo 15 de marzo se podrá ver a través de la plataforma Filmin. Un amplio recorrido que tiene ahora su particular guinda en la selección para creadores emergentes Berlinale Talents a la que ha llegado tras una criba de más de cuatro mil aspirantes.
"Ha sido una semana muy intensa de talleres, conocer gente y conferencias", resume contenta García Andreu sobre un encuentro en la que ella era la única representante de la Comunitat Valenciana y una de las once de toda España. Con este intenso programa "nos siguen la pista para los próximos trabajos y, con mucha suerte, entrar con una película nuestra en alguna de las secciones que tiene el festival".
Por eso está tan agradecida a la historia de Domingo, "que tiene una variedad nueva que se ha creado con una mutación natural y que quiere jugar a ese mismo juego de las multinacionales, lo que le hace un David contra Goliat". García Andreu adelanta que ya está trabajando en su próximo proyecto documental en el que volverá a usar la comedia: "Llegas al público y le haces reflexionar. Y eso es bonito".