Alicante

Más profesores en plantilla, menos alumnos y una mayor inversión. Así retrata el conseller de Educación Vicent Marzà el curso 2021-2022 que arranca este miércoles. Frente a él, el sindicato CSIF "exige que aplique la presencialidad con más docentes y espacios y no instalando a más alumnos por aula".

El curso en la Comunidad Valenciana no ha empezado ya y Marzà tiene que hacer frente a las críticas de los sindicatos. Es el caso de esta agrupación que, a través de un comunicado, "muestra su decepción con Conselleria al mantener las ratios de alumnado por aula de 2019 y le urge a reducirlas".

La Conselleria de Educación saca pecho, en cambio, afirmando que "hay un 2,4 % de profesorado más que el curso pasado y un 0,35 % menos de alumnado en el territorio valenciano. Fundamentalmente el descenso de alumnado se aprecia en las etapas de Infantil y Primaria, con 13.088 alumnos menos. Además, la ratio media de alumnos por grupo en los centros es de 20,7, un punto menos que el curso pasado".

En esa línea, Marzà subraya que "seguimos en la tarea de ir asegurando que haya más profesorado para atender a menos alumnos. Este año tenemos 24.852 alumnos menos en Infantil y Primaria que en el último curso prepandémico por la bajada de la natalidad, pero tenemos 2.484 maestros y maestras más que en aquel momento".

Más valenciano

En la rueda de prensa en la que se han presentado estos datos, Marzà también ha indicado que "el 93,6 % de los centros educativos han aprobado en sus consejos escolares su proyecto lingüístico de centro". Eso se traduce en que Secundaria pasa de tener a un 28 % de su alumnado en valenciano a doblarlo, con un 61 %.

El conseller recuerda que "el Tribunal Supremo determina que en todo el territorio del Estado se ha de hacer como mínimo un 25% en castellano". Una cifra que ve compatible con que haya ahora centros que lo tengan así cuando antes no era así, pero eso "no es por la ley de plurilingüismo, sino porque el Tribunal Supremo está haciendo que se aplique aquí y en todo el territorio del Estado". 

Las ratios

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) dirige su atención a otra clase de números. Y, por ello, lamenta que este miércoles "volverá a haber aulas con 35 alumnos en Bachillerato y Formación Profesional y con 30 en Secundaria". Una previsión que basan en que la Conselleria suprimirá los desdobles del pasado curso ya que se reduce la distancia de separación de 1,5 metros a 1,2.

La presencialidad que se ha marcado para este curso se resuelve "simplemente instalando a más alumnado por aula y no con mayor inversión en docentes y espacios educativos", en palabras del sindicato. Eso es lo que "supone un incremento de ratio respecto al pasado curso, lo cual merma la calidad en la educación y perjudica la atención individualizada".

En Conselleria rechazan ese discurso ya que Marzà razona que "más allá de las pautas que tenemos que cumplir propias de la emergencia sanitaria, estamos muy centrados en realizar un intenso acompañamiento educativo y emocional del alumnado". Y como sigue, "la pandemia también está haciendo estragos en nuestras vidas y hemos establecido un nuevo modelo de orientación educativa por hacer frente a las secuelas psicológicas en el alumnado provocadas por la pandemia".

La salud

"Este curso las pautas de seguridad e higiene están totalmente interiorizadas por la comunidad educativa", subraya Marzà. Y valora que esta "demostró de largo el curso pasado que los centros educativos son los espacios de socialización más seguros". El conseller destaca que "el contexto sanitario con la vacunación es mejor, pero no podemos bajar la guardia y tenemos que seguir actuando con prudencia".

Conseguirlo tiene su coste económico. Como apuntan, desde el punto de vista sanitario, el curso está organizado desde el mes de julio con 5.042 docentes extra de plantilla y 34,9 millones de euros de inversión especifica en material de seguridad y limpieza para garantizar las pautas que marcan las autoridades sanitarias.

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