Alicante

El virus de la hepatitis B (VHB) es un importante problema de salud en todo el mundo y causa cerca de un millón de muertes al año. Recientes estudios de ADN antiguo han demostrado que el VHB ha estado infectando a los humanos durante milenios, pero su diversidad y rutas de dispersión en el pasado siguen siendo en gran medida desconocidas.

Un nuevo trabajo realizado por un amplio equipo de investigadores de todo el mundo aporta importantes datos sobre la historia evolutiva del VHB al examinar los genomas del virus de 137 individuos eurasiáticos y nativos americanos datados entre hace 10.500 y 400 años. Sus resultados ponen de manifiesto estas rutas de diseminación y los cambios en la diversidad viral. Con ellas se reflejan tanto las conocidas migraciones humanas y los acontecimientos demográficos como patrones inesperados y conexiones con el presente.

"La reconstrucción de una gran proporción del genoma del VHB a partir de restos humanos arqueológicos de diferentes épocas ha permitido explorar con detalle la dinámica temporal y diversidad genética de los linajes antiguos del virus, aportando nuevos datos paleovirológicos que permiten comprender su evolución". Así lo explican desde la Universidad de Alicante (UA) los investigadores del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico participantes en este estudio Gabriel García, María Paz de Miguel y Alejandro Romero.

Para llevar a cabo este estudio, publicado en la revista Science, se han analizado el mayor conjunto de datos de genomas virales de Europa, Asia y América. "Las únicas muestras del arco mediterráneo incluidas en este estudio corresponden a los yacimientos alicantinos de la Cueva de las Lechuzas y el Peñón de la Zorra, ambos en Villena, cuyas dataciones corresponden al periodo Calcolítico y Edad del Bronce", explican los investigadores de la UA.

La historia de las enfermedades

"Individuos de estos sitios han contribuido a establecer el linaje del VHB propio del Neolítico-Edad de Bronce, así como su desaparición al final del segundo milenio con una evolución de los genotipos A y D", añaden. En este sentido, apuntan, "la recuperación de genomas antiguos del VHB a partir de tejidos esqueléticos posibilita la apertura de futuros estudios para la reconstrucción de la diversidad viral, así como comprender la historia humana y sus enfermedades".

Las cepas actuales del VHB se clasifican en nueve genotipos, dos de los cuales se encuentran predominantemente en poblaciones de ascendencia nativa americana. El estudio aporta pruebas fehacientes de que estas cepas descienden de un linaje del VHB que divergió hacia el final del Pleistoceno y fue portado por algunos de los primeros habitantes de las Américas.

"Nuestros datos sugieren que todos los genotipos conocidos del VHB descienden de una cepa que estaba infectando a los antepasados de los primeros americanos y a sus parientes euroasiáticos más cercanos en la época en que estas poblaciones divergieron". Así lo afirma una de las autoras principales del artículo, la investigadora del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana (Alemania) Denise Kühnert.

Antes de la agricultura

El estudio también demuestra que el virus estaba presente en amplias zonas de Europa hace ya diez mil años, antes de que se extendiera la agricultura en el continente. "Se cree que muchos patógenos humanos surgieron tras la introducción de la agricultura, pero el VHB ya afectaba claramente a las poblaciones prehistóricas de cazadores-recolectores", afirma el también líder del estudio, Johannes Krause del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Alemania).

Tras la transición neolítica en Europa, las cepas del VHB que portaban los cazadores-recolectores fueron sustituidas por nuevas cepas que probablemente propagaron los primeros agricultores del continente. Eso refleja la gran afluencia genética asociada a la expansión de los grupos agrícolas en la región.

Estos nuevos linajes virales siguieron prevaleciendo en toda Eurasia occidental durante cerca de cuatro mil años. El dominio de estas cepas perduró hasta la expansión de los pastores esteparios occidentales hace unos cinco mil años. Y eso alteró drásticamente el perfil genético de los europeos, pero sorprendentemente no se asoció a la propagación de nuevas variantes del VHB.

La vuelta con el VIH

Uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio es la repentina disminución de la diversidad del VHB en Eurasia occidental durante la segunda mitad del segundo milenio antes de nuestra era. Según explican, fue una época de grandes cambios culturales, incluido el colapso de las grandes sociedades estatales de la Edad del Bronce en la región oriental del Mediterráneo.

"Esto podría apuntar a importantes cambios en la dinámica epidemiológica en una región muy extensa durante este periodo, pero necesitaremos más investigaciones para entender lo que ocurrió", afirma Arthur Kocher, también autor principal e investigador del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana (Alemania).

Todas las cepas antiguas del VHB recuperadas en el oeste de Eurasia después de este periodo pertenecían a nuevos linajes virales que todavía prevalecen en la región en la actualidad. Sin embargo, parece que una variante relacionada con la diversidad prehistórica anterior de la región ha persistido hasta el presente. Esta variante prehistórica ha evolucionado hasta convertirse en un genotipo raro que parece haber surgido recientemente durante la pandemia del VIH, por razones que aún no se conocen.

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