La comunidad educativa el CEIP Hispanidad de Santa Pola muestra una paciencia a prueba de derrumbe. El suyo es un centro que abrió telediarios de toda España hace una década cuando, un 10 de enero de 2013, el suelo de la clase de quinto de Primaria se vino abajo con el aula llena. Una decena de alumnos y la maestra requirieron de asistencia sanitaria y se quedaron con un susto para toda la vida.
El Ayuntamiento reaccionó y trasladó a toda el alumnado de Primaria, cuyo bloque había sido declarado en ruina, a un centro de formación de adultos a cuatro kilómetros de distancia, dejando a todo Infantil, cuyo bloque no se había visto afectado, donde estaba, en el Hispanidad.
Esa división provisional del colegio en dos partes con el tiempo se ha convertido en eterna. Ahora, el alumnado, madres, padres y profesorado ha vuelto a decir basta. Años atrás enviaron cartas a Papá Noel pidiéndole la construcción del bloque que falta, han llenado el centro de pancartas y hasta se vistieron de albañiles en carnavales para reclamar el nuevo centro. Y nada. Este viernes han protagonizado una manifestación por las instalaciones y alrededores y prometen que vendrán más si los políticos no se ponen las pilas.
"Sinceramente, hasta que no lo vea, no me lo creeré", avanza Jaqueline Blasco, presidenta del AMPA CEIP Hispanidad. "Todos necesitamos ver que en el solar del antiguo colegio entra en una máquina", añade. Lo que reclaman es que las instalaciones que había antes de que se desplomara el suelo sin previo aviso, vuelvan a levantarse. Esto es, su propio comedor, patio, clases, gimnasio, biblioteca...
Hasta ahora, con mucha paciencia, han podido suplir la ausencia de una biblioteca con un bibliopatio y se han acostumbrado a no tener sala de profesores o gimnasio donde estar los días que llueve, señalaban en el comunicado leído este viernes durante el acto de protesta.
Pero al final, comenta la presidenta del AMPA, los padres que tienen dos hijos, uno en Infantil y otro en Primaria, "se han vuelto locos desdoblándose, llevándolos y trayéndolos, o sin poder comer en su colegio".
¿Qué ha pasado?
"Que el actual Ayuntamiento ha dejado estar la construcción del colegio cuando el anterior sí que se movió para que fuera una realidad", responde Carles Arocas, del sindicato STPV en Santa Pola presente en la manifestación. "Que la Generalitat Valenciana no haya hecho nada por la construcción del colegio", esgrimen desde el consistorio, en manos el Partido Popular.
Lo cierto es que el anterior equipo de Gobierno de Santa Pola, encabezado por el PSPV-PSOE, solicitó en 2018 la inclusión de la obra nueva en el Plan Edificant, comenzando los trámites en marzo de 2019. Poco después hubo cambio de Gobierno local, entrando el PP, que no es hasta 2021 cuando remite a la conselleria el proyecto completo que necesitaban, "y al final han pasado cuatro años del mandato y lo que parecía que se iba a poder hacer en 2019 aún no se han hecho porque este Ayuntamiento no ha hecho los deberes", aseguran fuentes socialistas de la localidad.
Asimismo, fuentes de la Conselleria de Educación consultadas afirman que "el ayuntamiento de Santa Pola tiene delegada las obras del CEIP Hispanidad desde el 14 de enero de 2021", esto es que "la inversión la aporta la Conselleria y las obras las tramita y gestiona el Ayuntamiento de Santa Pola", cuya licitación tiene una inversión de 5.068.777 euros, ha avanzado el municipio.
Por su parte, la alcaldesa Loreto Serrano salía al paso del malestar este jueves, casualmente un día antes de la concentración, para anunciar en un vídeo difundido en las redes sociales del consistorio que "por fin nos ha llegado el proyecto básico del colegio". "¿Por qué la tardanza?", se preguntaba ella misma, respondiéndose que "por burocracia no vale decir que la redacción de un proyecto lo hago en una semana, necesita un periodo de tiempo marcado por la ley en el que tienes que hacer un colegio en condiciones".
"Entiendo el enfado de los papás pero yo he hecho desde el minuto 1 que había que hacer y lo puedo demostrar", se defendía. "Estamos a punto de iniciar ese proyecto del colegio", prometía en su intervención la alcaldesa.
A este respecto, la presidente del AMPA sentencia: "lo más importante es que esta ha sido la primera de muchas manifestaciones que vendrán si no cumplen con lo que nos han dicho", dando un mes de margen al consistorio y, si no ven avances, volverán a las calles en marzo, avisa.