La astronomía y El Quijote están unidos por el interés que despertaba el firmamento en Miguel de Cervantes, un gran aficionado a la ciencia de los astros. La Universidad de Alicante (UA) revelará los secretos detrás de los episodios de la novela relacionados con la disciplina en una exposición sobre astronomía donde se mostrará el funcionamiento del reloj de Sancho Panza basado en la posición de las estrellas.

Son varios los capítulos donde el cielo y las constelaciones aparecen en la obra. El próximo día 22 de abril, en la Biblioteca General, se realizará una conferencia para analizarlos llevada a cabo por el astrónomo de la UA Enrique Aparicio, también director de la asociación Astroingeo.

Y el 23 de abril, de 21 a 23 horas, será cuando el especialista explique el funcionamiento del reloj del escudero más famoso de la literatura española para enseñar a guiarse de noche. Y después se plantarán telescopios en el campus para que los asistentes aprendan a utilizarlos y a mirar a los astros.

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En la actualidad, quizá no sea necesario saber leer las estrellas para ubicarse y conseguir rescatar a una doncella, pero sí que puede ser una buena opción para ampliar conocimientos astronómicos y ubicarse sin la necesidad de consultar el móvil en el campo o en el mar.

Aparicio inidica que "es un poco complicado, pero el sistema consiste en mirar sobre el eje del mundo. Esto se lo explicaba Sancho al Quijote porque estaba empeñado en que tenía que ir a rescatar a una doncella que estaba gritando a altas horas de la noche".

"Le dice de ir a por ella, pero Sancho ponía excusas para no ir y ahí es cuando propone demorar la aventura de rescatar a la doncella tres horas porque son las que faltan para que amanezca", añade. Ante este dato, el Quijote se sorprende de los conocimientos del escudero, adquiridos de cuando era pastor.

"Esta parte es la que me llevó a investigar, es un episodio de la obra que no se toca mucho y son cosas curiosas", destaca el astrónomo. El mecanismo de Sancho está basado en un instrumento astronómico antiguo denominado reloj del Norte o nocturlabio, pero éste a su vez, se basó en otros instrumentos anteriores, como recoge Aparicio en su publicación El reloj de Sancho de la  Asociación para la Enseñanza de la Astronomía (ApEA).

El científico asegura que, debido a la dificultad del sistema, ni los profesores de Literatura entienden las explicaciones formuladas en la publicación mencionada. "El reloj del Norte consistía en imaginar dos ejes, (sistema cartesiano) que se cortaban perpendicularmente en un punto coincidente con la estrella Polar. Este círculo con sus dos ejes cartesianos ha quedado dividió en cuatro cuadrantes que si utilizamos el sistema sexagesimal le corresponden 90º y si utilizamos el sistema horario de 24 horas le corresponden 6 horas. En dicho círculo aparecen otras subdivisiones del cuadrante cuyo valor es de 15º o una hora", refleja en el escrito.

"No lejos de la Polar (alfa de la constelación de la Osa Menor) se encuentra la otra estrella fundamental que nos servirá de manecilla horaria en la noche, es la estrella kochab, (beta de la Osa Menor) y conocida como la estrella horologial. Cerca de esta estrella se encuentra la estrella gamma), ambas estrellas son conocidas como 'las guardas'", continúa.

Una de las partes más curiosas es que sobre los respectivos ejes del reloj del Norte se imaginaban a una persona con el ombligo donde se ubica la Polar mirando hacia el suelo, que a su vez estaba dividido en cuatro partes: cabeza, pies, brazo derecho y brazo izquierdo. 

Según Aparicio, Cervantes cogió como referencia publicaciones del siglo XV donde se explicaba el sistema, usado entonces por los marineros durante la navegación. "Ha sido utilizado en las grandes exploraciones porque era muy importante saber en qué época estaban para hacer, por ejemplo, los cambios de guardia, ya que no se tenían relojes", destaca,

Cervantes estaba tan fascinado por la astronomía que, como cuenta Aparicio, "escribió una carta al rey para decirle que quería ir a las Indias porque él consideraba que controlaba y dominaba los instrumentos que usaban los navegantes y los cosmógrafos, sabiendo manejar el astrolabio, el cuadrante o la brújula".

Eclipse solar

Por otro lado, el calendario de fenómenos astronómicos viene "con curvas". El más próximo será un eclipse de sol total que en España se podrá ver parcial, pero solo para quien mire a la estrella desde Galicia o Canarias. 

Ver a la Luna tapar la luz del Sol y quedar bajo la oscuridad en pleno día no será posible este año desde la provincia. Sin embargo, Aparicio anuncia que en el 2026 "habrá uno bueno". Será el mejor de los próximos años, con dos más en 2027 y 2028. El de dentro de dos años pasa de lleno por la Comunitat Valenciana y en Alicante y Valencia se podrá observar al 90 %, y al 100 % en Castellón.