Un instituto de Santa Pola lleva las creaciones teatrales de adolescentes a la Italia de Giorgia Meloni para criticar el racismo, igual que lo hizo en la Francia de Marine Le Pen para denunciar la violencia a las mujeres. "Todo el mundo debería tener derecho a poder prosperar", afirma el responsable del programa, Ernesto Martín Martínez.
Esta semana una doble función ha terminado el programa Erasmus+ con el que han trabajado en Maletas. Así han titulado la obra que han creado y representado en Italia y España sobre "todo lo que significa cambiar de lugar y todo el trauma que conlleva".
Este es el resultado del proyecto Vía Migraciones que han desarrollado durante este curso entre el instituto Romagnosi de Plasencia en Italia y el de Santa Pola. Entre las actividades hechas sobre la migración han hablado con refugiados o migrantes para que les cuenten su historia, en lo que llaman Bibliotecas Humanas. Además, el estar en el puerto del barco Francisco y Catalina, han conocido de primera mano su rescate de migrantes del mar y que ha dado lugar a la serie La Ley del Mar con Luis Tosar.
Ese material es el que luego les ha servido para crear el texto de Maletas que han llevado a los escenarios. "Hemos podido conocer historias, miles de historias totalmente diferentes entre sí, sobre distintas ocasiones de migración", valora la estudiante Alejandra Espincosta.
Y ejemplo de ellos los encuentra en su misma clase, "con los abuelos de mi compañera Emily, que nos explicaron todo su viaje hacia España, y también viajes sobre ucranianas que han tenido que emigrar por el tema de la guerra de Ucrania". Por eso valora especialmente haber participado en este proyecto porque, "sobre todo, me ha ayudado a ponerme más en la piel del migrante y de los refugiados".
El profesor destaca el proceso de creación colectiva con "frases o estereotipos racistas en Italia hacia la migración. No solo racistas. Hacia el extranjero en general. Discursos de odio al diferente". Y a partir de transformarlo en imágenes y movimiento: "Muchas veces lo que hacemos es crear imágenes en la escena y ese lenguaje es universal. No hace falta que esté en español o en italiano".
Al plantear la escritura a partir de las frases o fragmentos que extraen de los testimonios escuchados y de su propia experiencia tienen en cuenta que "no se dice nunca país" para que se vea "la vida del inmigrante en cualquier parte". Y eso lo han mostrado visitando el Puerto de Alicante para recordar "el final de la Guerra Civil y cómo sale el Stansbrook para Orán o para Francia en el norte de España".
Afecta a todos
El objetivo es acercar esa realidad ya sea con "diferentes historias de gente que ha migrado o incluso de gente que ha cambiado de lugar a España, de Asturias a la Comunidad Valenciana o incluso que por lo que sea has cambiado de instituto". "A veces, parece que nos centramos también en la migración, pero puedes ser tú, puedes cambiar de sitio, puedes cambiar de país y qué causas te llevan a querer mejorar", razona.
Martín Martínez está habituado a esto con las clases que dan durante el curso y la coordinación de los encuentros en la provincia de Alicante que conforman la Trobada de Teatre Jove. Si en esta última edición los mensajes se presentan a partir de lo cómico, en este caso lo hacen directamente. "Esta no está tamizada. No hay que buscar una simbología a partir de la cual vemos lo social. No, la obra ya aborda un tema social como es la migración".
Espincosta y Eva Pomares, otra de las estudiantes que han participado en el proyecto, concluyen valorando que "es una experiencia que todo el mundo debería experimentar y que ha valido la pena poder vivirla" porque les "ha ayudado a aprender muchísimas cosas sobre este tema y sobre Italia".