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La Universidad de Alicante busca nuevo rector. Y el catedrático de Química Enrique Herrero se presenta como alternativa a la actual rectora, Amparo Navarro, para liderarla en los próximos seis años frente a la "inercia" y "política muy continuista" aplicada.

¿Por qué quiere ser rector de la Universidad de Alicante?

La universidad ahora mismo está avanzando por inercia, es decir, estamos haciendo lo justo para seguir el movimiento, pero no estamos haciendo nada novedoso ni nada extraordinario.

Hemos perdido el espíritu inicial ese de la universidad que yo conocía al principio, de ganas de avanzar, de ganas de progresar, y tenemos competencia.

No podemos olvidarnos de la competencia, tenemos otras universidades públicas en el entorno, como la Miguel Hernández. Tenemos dos otros polos atractores muy potentes en Murcia y en Valencia, que pueden captar estudiantes.

Y también ahora mismo tenemos el impulso de las universidades privadas, que en determinados aspectos nos han hecho daño, y que si nosotros no avanzamos más rápido, nos van a comer el terreno.

Con la actual demanda pendiente de sentencia de la UMH contra la UA por el grado de Medicina, y pese a la colaboración en otros grados, ¿cómo plantea que será esa relación?

Somos dos universidades públicas, compartimos territorio, estamos condenados a entendernos, no podemos vivir una de espaldas a la otra.

¿Es eso lo que pasa? 

Este enfrentamiento no es demasiado bueno para reforzar esa cooperación, pero yo creo que una vez que pase y tengamos la sentencia, es necesario volver a tender puentes, porque nos necesitamos la una a la otra. Podemos colaborar, y en beneficio mutuo, las dos podemos trabajar mejor.

El Grado de Medicina se impulsó durante el mandato anterior por el rector Manuel Palomar, con usted como vicerrector de estudios. ¿Cómo valora esa implantación y cómo le gustaría que funcionara en el futuro mandato? 

El rector Manuel Palomar hizo la apuesta, yo lideré el proyecto de gestionar que el plan de estudios y la implantación de los estudios fuesen verificados por el organismo competente, ANECA y el Consejo de Universidades. Ahí nos quedamos.

Era una apuesta de futuro. Sigo creyendo que era una pata que le faltaba a la Universidad de Alicante para completar su formación, pero yo creo que desde el momento que se nos autorizó, ha habido problemas en la gestión

¿De qué tipo?

En primer lugar, necesitamos financiación. Aunque por tener estudiantes de medicina nos va a llegar una financiación basal para cubrir las necesidades básicas de los estudiantes, pero la implantación de este estudio en concreto, que es muy complejo, necesita actualización de edificios, necesita edificios nuevos

También nos ha faltado una negociación más activa en la gestión de los hospitales donde nuestros estudiantes van a hacer prácticas

Cuando se aprobó el plan de estudios, la Generalitat en aquellos momentos no era muy propicia y solo pudimos conseguir los dos hospitales públicos de gestión privada que había para hacer prácticas. 

Se podía haber hecho una negociación en aquellos momentos más precisa para conseguir mejorar esos hospitales. Hospitales que hay que decir que son suficientes, pero que si tienes más recursos, siempre es mucho mejor para tus estudiantes.

El actual equipo de la Generalitat ha dejado clara la voluntad de que haya una colaboración entre la UA y la UMH y que se plantee un campus interuniversitario. ¿Cómo se podría desarrollar entonces medicina?

De momento las únicas noticias que yo tengo son muy genéricas.

¿Porque no le han transmitido nada de cómo se va a desarrollar ni lo que se dijo en la reunión que tuvo con el presidente Mazón?

Son cuestiones muy genéricas. Mi postura es que siempre que hay una oferta sobre la mesa habrá que negociar. Y si los estudios, si ese campus interuniversitario, son beneficiosos para la Universidad de Alicante en su conjunto, apostaremos por él. Si no vemos beneficios, no.

Me gustaría recalcar, que la Facultad de Ciencias de la Salud ha hecho una labor muy, muy buena en potenciar sus estudios. Y en todos los ránkings, incluso ahora mismo en el ranquin de Shanghái, los estudios de Enfermería están muy, muy bien posicionados: por encima de las cien primeras universidades en todo el mundo.

No me gustaría para nada que por hacer el campus interuniversitario perdiésemos esa relevancia que ahora mismo tenemos.

A raíz de esos listados, Generalitat razonaba a favor del campus interuniversitario que podría mejorar posiciones. ¿Cómo se puede mejorar? ¿Qué se ha hecho en estos cuatro últimos años? ¿Y qué es lo que le gustaría hacer?

En primer lugar, hay una cuestión de presupuesto. No podemos competir con universidades con el mismo número de estudiantes donde nos duplican, triplican o quintuplican el presupuesto. Estamos combatiendo con armas distintas. Por ejemplo, no podemos atraer talento muy experto.

¿Por qué? Porque a esos necesitas ponerle una serie de recursos de los cuales no dispones. Tenemos ahí el caso claro de Fernando Maestre, donde se le han puesto unos recursos que la Universidad de Alicante no puede poner. Si queremos competir, necesitamos más recursos.

Para la investigación necesitamos potenciar a los grupos potentes que tenemos. Y también hacer una política de que aquellos grupos que estén progresando darles las herramientas suficientes para que se pongan al primer nivel. Pero también no descuidar a la cantera para eso.

¿Cómo se consigue? 

Destinando dinero. Es decir, todas estas cuestiones son aumentando el presupuesto que la Universidad tiene para financiar su investigación.

Es presidente de la Sociedad Iberoamericana de Electroquímica (SIBAE) y vicepresidente de la International Society of Electrochemistry (ISE), esa perspectiva internacional ¿cómo quiere aplicarla en la UA?

Mirando y comparando. Comparando cómo se gestiona en otros países y copiando aquello que se está haciendo bien.

A veces venimos limitados por el presupuesto, pero, por ejemplo, durante mi mandato se consiguió el proyecto de T4U, del Transform4Europe, que ahora mismo se sigue manteniendo. Todas estas redes de universidades europeas son importantes para conseguir una universidad más eficaz.