Reflexionar, pensar, debatir, crear, compartir, bailar y, sobre todo, pasarlo bien. Todo eso es lo que se plantea el festival Máquina, el encuentro que acoge Cigarreras de jueves a sábado. Y esas acciones llegan con un plan, convertirse en un manual de instrucciones.
¿Y por qué necesitamos una guía? Como cuentan, "todo está quedando obsoleto a la vez que se genera". En este caos de propuestas que es el panorama creativo actual, Leticia Cano intenta poner orden añadiendo más voces.
A sus 31 años, ella es la impulsora desde Todobien de un proyecto que refleja "un sentir colectivo, la necesidad de un manual de instrucciones". Un mapa que, en su propuesta, dice que "esto debe de cambiar porque sino será cada vez más complejo".
Esa confusión ya forma parte de los tiempos, en lo que llama la revolución de los canales y medios para comunicar. Y donde conviven fórmulas que cada generación usa de forma diferente y que evolucionan desde lo fresco hasta quedarse obsoletas cuando llegan a colectivos mayoritarios.
Puente entre generaciones
La diferencia de códigos que pueden existir entre públicos de distintas edades se acelera con internet. Por eso cuenta Cano que hay que pensar sobre ello de manera intergeneracional "porque todos vivimos en el mismo contexto y vamos a necesitar más manuales de instrucciones porque todos tienen sus reglas".
Todas estas teorías tienen su plasmación en el festival Máquina. Su nombre ya juega con ese diálogo entre audiencias jóvenes y adultas. "Quería jugar con ese imaginario y el nombre y la gráfica para que, de una manera irónica, nos recuerde a esa cultura de club de la terreta, con una población más joven, dinámica y activa", explica.
Lo que se llamó música mákina en los inicios de los 90 venía acompañada de una imagen muy marcada que la nostalgia de aquellos adolescentes ya en su mediana edad redescubre. Y a ellos les planta un cartel de veinteañeros artistas plásticos y bandas que usan la tecnología para sus propuestas actuales.
Ese combate entre pasado y presente, "la resistencia al paso del tiempo que sentimos, a los avances que ya están aquí", es lo que quería analizar mediante los conciertos e intervenciones.
La juventud baila
Lo atrevido de esta propuesta es esa voluntad de que Máquina sea "un festival de arte y pensamiento que trasciende todo". Donde igual se pueden cruzar Marcelo Criminal, el autor de la canción de más éxito de Carolina Durante y Amaia Romero, o Daniel Treviño con sus propuestas de fanzines.
"Este es un lugar común en el que todos se adaptan a los nuevos canales y la situación política y económica y tiene que haber de todo porque todo es accesible", razona Cano como organizadora.
Lo que tiene claro también es que "el guiño a la terreta es hacerlo lúdico festivo y profesional e intelectual porque las propuestas no tienen que hablar todo el rato de la precariedad y la situación súper jodida". Un razonamiento en el que destaca que "hay propuestas muy potentes que se quedan invisibles en esa nube gris de que está todo mal".
El discurso académico que lanza Máquina ha sido la base para atraer un cartel que completan en lo musical Depresión Sonora, Muro María, Ángela Pardal y Brava!. Y donde están artistas y colectivos como Higo Mental, Daniel Treviño, Layla Martínez, Clara Moreno y Juan Manuel López de La cuarta piel.
"Todos hablamos de lo mismo", concluye Cano, "pero también es heterogéneo porque nos gusta que sea plural y porque así es la juventud de hoy en día".