El infierno es el gancho para entrar a El jardín de las delicias de El Bosco. Así lo confirma un estudio científico dirigido por el grupo de Neuroingeniería Biomédica de la Universidad Miguel Hernández de Elche en el Museo del Prado. A partir de este trabajo esperan mejorar en la comprensión de los problemas oculares y encontrar soluciones.
La tabla que representa el infierno atrae más y con más intensidad la mirada de quien prevé El jardín de las Delicias, una de las obras más icónicas del Bosco que se exhibe en la Sala 56A del Museo Nacional del Prado. Esta es la principal conclusión del estudio científico que se ha llevado a cabo en colaboración con el Instituto de Bioingeniería de la Universidad Miguel Hernández de Elche.
La tecnología empleada en el estudio permitía registrar la posición de los sujetos en la Sala, medir el tiempo que cada persona miraba la tabla y a qué parte de la obra prestaban atención. Además, también es capaz de registrar, de manera simultánea con la observación, el tamaño de las pupilas lo que proporciona información relevante sobre las respuestas emocionales.
Así, recabados los datos y puestos en una magnitud homologable (segundos por metro cuadrado), ya que las tres tablas no tienen igual tamaño los resultados indican que el tiempo promedio de observación del panel del Infierno fue de 33,2 segundos/metro cuadrado, frente a los 26 seg/m2 de la tabla central y 16 seg/m2 del Paraíso. Esta diferencia también se observa claramente en el tiempo de fijaciones por panel. El visitante dedica 30,9 seg/m2 al panel del Infierno frente a 21,6 seg/m2 de la tabla central y 12,6 seg/m2 del panel izquierdo que corresponde al Paraíso.
Una de las últimas teorías desarrolladas desde la Historia del Arte sobre este tríptico, pintado en torno al año 1500, la concibe como una pieza de conversación. Al parecer, ya en el Palacio de Nassau en Bruselas, primer destino del tríptico, sus dueños lo mostraban a la élite de la época y conversaban sobre ella, algo que sucede diario en la sala donde habitualmente se exhibe en el Prado, que registra los datos más elevados en cuanto al número y tiempo de visitas. El estudio ha medido por primera vez cuál es el tiempo medio de duración de la observación del público, que es de 4:08 minutos.