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El Museo de Bellas Artes de Alicante deja atrás la referencia en su nombre a la calle Gravina en la que se encuentra y abraza de nuevo la diversidad de épocas en sus salas. Esos son solo dos ejemplos de los cambios que Jorge Soler ha aplicado en su dirección.

Jorge Soler pasea orgulloso por las salas del Mubag, porque así seguirá como marca, señalando cada uno de los cambios que se han hecho desde que está al frente del centro.

"Es que tenía el nombre de una calle" y "somos un Museo de la Diputación", razona sobre esa nueva denominación con la que refleja la nueva etapa en la que se encuentra este centro inaugurado en 2001.

Este intenso otoño, el Mubag ha presentado la renovación de la exposición permanente con un nuevo préstamo del Museo del Romanticismo y ha inaugurado dos temporales, una dedicada a Navarro Ramón y otra a la primera mitad del siglo XX en Italia.

Son tres muestras de la diversidad con que ha estado afrontando sus tareas. "Estamos sumando proyectos internacionales, proyectos del Consorcio, proyectos de producción propia", cuenta desde su despacho en la planta baja.

"Hemos tenido muchísimas exposiciones desde que estamos aquí, hemos centrado mucha obra en depósitos y, luego, hemos hecho toda una serie de intervenciones en restauración", apunta sobre las ideas que ha querido aplicar desde que llegó.

"El Mubag tiene 23 años y ha tenido muchas etapas en ese tiempo", razona, "y yo estoy haciendo una etapa bastante ecléctica". Y es plenamente consciente porque una de las líneas que quiso introducir fue fomentar las publicaciones propias.

"Es verdad que el museo necesitaba un medio editorial, porque insisto en que es un proyecto pensado, y que tiene que tener al equipo escribiendo y tiene que tener al equipo haciendo exposiciones, reflexionando, invitando a gente" reflexiona de esa labor.

Y en una de esas publicaciones propias quiso repasar la historia del centro al que llegaba procedente del premiado Museo Arqueológico de Alicante, donde dirigía el área de exposiciones. 

De la figuración al todo

"Aunque la gente piensa que el museo del Mubag era un museo de la figuración de mediados del siglo XX y el siglo XIX, cuando coges la historia del museo y te ves que tuvo distintas etapas", concluye sobre el tema.

Préstamos, producción propia y búsqueda de exposiciones internacionales son un cóctel en el que quiere mantener esos ingredientes para que sigan brillando por separado y aportando más color en conjunto.