Alicante

Enrique Bernabéu empezó con el activismo desde que se presentó en 2017 para ser Mr. Gay Pride España. Un certamen en el que quería mostrar que su discapacidad, parálisis cerebral, no le impedía estar ahí. "Quería desmontar todos esos mitos que engloba el mundo artístico, ya sea en las redes sociales, moda o concursos de belleza", cuenta. Y ahora lo hace desde la música, con el vídeo Así me muevo yo.

Con este tema de reguetón da el salto de su exitoso canal en TikTok a YouTube, donde se ha estrenado este viernes para explotar su nueva cara. "Siempre me he considerado muy artista", cuenta, "pero no depende solo de mí sino de la gente y del respaldo que tengamos detrás".

Este tema le sirve para romper barreras. "Por desgracia, las personas con discapacidad estamos demasiado victimizadas y estigmatizadas por parte de la sociedad y no se nos dan las oportunidades que quizás merecemos para embarcarnos en aventuras como esta", lamenta.

La prueba de ello la encuentra en que "en el apartado musical conocemos a muy pocos artistas con discapacidad". De hecho, el primero al que alude es al rapero El Langui y aunque "hay más, no se les ve tan de costumbre en la televisión". Con Así me muevo yo, cumple su deseo de cantar y sacar la que considera "una de las facetas que tenía escondida".

De libros a reguetón

Divulgando sobre inclusión o la homofobia, se ha labrado un camino a sus 26 años. "Ya lo dije en su día, yo soy como una caja de sorpresas, o mejor dicho, como un cajón de sastre: me abres y tienes de todo", explica risueño, "igual te publico un libro, que te publico un post, que saco una canción". Eso sí, "todo va a lo mismo: reivindicar la inclusión de las personas con discapacidad en el mundo artístico. Se piensa que somos una minoría y, en realidad, no somos así".

Al plantearse lo que quería lanzar en su presentación musical se decantó por los ritmos del reguetón para conectar con el público joven de su generación. "Me encanta componer canciones desde bien pequeño y me siento muy cómodo en cualquier registro, pero es cierto que cuando hablamos de música comercial, que enganche, es la latina y los ritmos urbanos".

Eso le ha abierto otra puerta. La de subvertir los estereotipos con que carga el género. "Es un tema con el que me siento cómodo porque las letras del reguetón sufren de estigmatización y hay mucha gente en contra de sus letras porque habla de machismo o de discriminación. Yo quería romper con todo esto y escribir una que fuera lo contrario: inclusión y, sobre todo, diversidad".

Al tratar sobre estas ideas también recuerda otro concepto: "Al ser una persona con discapacidad, estoy expuesto a esa doble discriminación porque también dentro del colectivo existen esas problemáticas". Y con ello se refiere a que en el contexto LGTBI "tienes que cumplir unos cánones establecidos".

La hipermasculinidad y el rechazo a los comportamientos afeminados están presentes en las convenciones de la representación LGTBI. "Y es algo en lo que estoy en contra", recalca. Por eso para plasmarlo en la canción, decidió que el rosa marcaría toda la imagen, ya fuera sofás, algodones o cajas marcadas como frágil entre las que se mueve.

Incluso "usando muchas prendas que son femeninas porque, a fin de cuentas, ¿qué es una cosa masculina o no si uno se siente cómodo? ¿Por qué el color rosa tiene que ser de mujer y no puede ser de hombre? Nos apropiamos de cosas que no tienen sentido", sentencia.

"Y dentro del colectivo pasa lo mismo, como la persona que tiene la pluma más marcada ya está mal vista. Tenemos que erradicar todo ese tipo de cosas. Lo único que he intentado es ser lo más natural posible. No fuerzo nada. Me muestro tal como soy, como dice la canción, Así me muevo yo". Unos ejemplos con los que espera mantenerse para que, en unos años, se pueda decir que ahí está Enrique Bernabéu cuando se tratan estos temas.

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