Fran Escribá, leyenda viva del Elche y el entrenador con más partidos en Primera del club ilicitano, no da crédito al ambiente enrarecido que hay alrededor de su equipo. Una racha negativa de un punto sobre 12 posibles tras dos partidos fuera y una visita del Real Madrid, han contaminado el ambiente al punto de que ya se especule como clave para su futuro la visita al campo del Mallorca.
El preparador valenciano asegura vivir al margen de ese runrún, pero confiesa que no es algo agradable “porque no soy de piedra”. Escribá niega la existencia de un ultimátum por parte de la propiedad y se centra solo en romper la racha negativa ante el conjunto balear, pero no oculta cierta tristeza por la poca memoria del deporte en general y del fútbol, en particular.
“Me da pena, pero no lo digo por mí. Hay jugadores que después de estar ocho años en un club se les acaba pitando”, ha señalado este viernes el valenciano, quien entiende que “las críticas” y es consciente de que, ni es su mejor temporada en el club, la primera, le gustó a todo el mundo.
No entiende la alarma que ha saltado en parte de la afición, ya que recuerda que el Elche no ha estado ni una sola jornada en plaza de descenso. “En el primer año en Primera cerramos la primera vuelta hundidos y como colistas. Pero ni así hubo la sensación que hay ahora”, ha recordado sorprendido.
Escribá admite que no está contento con la actual dinámica, que no tiene tampoco comparación, según explica, con la que atravesaba el Elche cuando en el pasado mes de febrero decidió regresar al club. “Entonces sí estaba preocupado, pero no ahora. El equipo estaba en caída libre y con 16 jornadas sin ganar. Mi primera idea fue decir que no”, ha reflexionado el valenciano, quien está convencido de que el Elche no va a tener ningún problema para acabar la temporada “entre la posición décima y la décimo quinta de la tabla clasificatoria”.
“No tengo ninguna duda de que por esta línea vamos a lograr la permanencia. Estamos mejorando y vamos de menos a más porque nos hemos reforzado bien, pero con gente que llevaba tiempo sin jugar. Mi convencimiento es absoluto y no tengo dudas de que en mayo el equipo estará en una posición cómoda y la gente contenta”, ha argumentado el técnico.
Las expectativas
En opinión de Escribá, el negativismo que rodea a un sector de la afición del Elche tiene que ver en gran parte con las expectativas creadas al inicio de la temporada, posiblemente disparadas tras los fichajes de jugadores mediáticos como Javier Pastore, Darío Bendetto o Lucas Pérez.
“Nos hemos reforzado, pero los demás equipos también. Lo de las expectativas es algo que pasa en todos los equipos. Menos la Real Sociedad y el Rayo todos dirán que esperaban más”, señala el entrenador, quien admite que “esperaba estar algo mejor” en la clasificación.
“No tengo dudas de que en mayo el equipo estará en una posición cómoda y que la gente estará contenta”, afirma el preparador, quien ha negado que el Elche esté pecando de falta de ambición.
Escribá prefiere enfocar ya al Mallorca, rival ante el que espera que su equipo resurja. El técnico destaca que el conjunto balear está haciendo una gran temporada y que, pese las sensaciones que ofrecen uno y otro equipo, “no está tan lejos de nosotros en puntuación”. “Es un equipo muy equilibrado, alegre y que ataca y defiende bien. Es un campo difícil, donde el Sevilla lo pasó mal”, recordó Escribá, quien garantiza que el Elche buscará la portería contraria.
El entrenador ha confesado que le “fastidia” que el Elche muestre una cara tan diferente según juegue como local o visitante y asumió que existe un debate en la portería entre Kiko Casilla, titular, y el suplente Edgar Badía.
“La gente se ha portado muy bien con Kiko. Hay un debate abierto y me gusta escuchar, pero las decisiones las tomo yo. No está rindiendo al nivel que todos esperábamos y él lo sabe y lo sabemos todos. A veces el portero no rinde si no se siente con confianza”, explica el valenciano, quien anuncia que Pastore, tras un periodo de adaptación tras su larga lesión, ya está preparado para disputar los 90 minutos de un partido.