El CFI Alicante, heredero natural y sentimental del desaparecido Alicante CF, vive sus jornadas más dulces desde que se fundó a mediados de la pasada década. El club celeste recibió con euforia el resultado del sorteo de la Copa del Rey, que le enfrentará, a partido único y a finales de noviembre, al Real Betis Balompié, uno de los históricos que había en el bombo. Solo Elche, por la cercanía, y Valencia, por la vertiente sentimental del regreso de José Bordalás al banquillo en el que empezó su trayectoria, levantaban más pasiones que el Betis.
El conjunto sevillano garantiza una notable afluencia de espectadores, ya que son seguidores son legión en cualquier parte de España, pero además genera una enorme simpatía entre los propios futbolistas celestes por la presencia del carismático Joaquín Sánchez, leyenda del fútbol español, quien afronta la que será, posiblemente, su última temporada en activo.
Los jugadores del Alicante, que accedieron a esta fase del torneo tras despedazar el miércoles por la noche al Ceuda 6 de junio (7-1), siguieron la evolución del sorteo a través de un ordenador portátil instalado en los vestuarios. Los nervios se desataron cuando José Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y ex jugador del Alicante CF, inauguró el sorteo.
Euforia
La opción del Valencia, la preferida por la espita sentimental del regreso de Bordalás, se evaporó pronto, pero no hubo tiempo para la decepción porque a renglón seguido salió la bola del Betis como rival del Alicante. “Si quitas al Valencia porque hubiera sido bonito por Bordalás, al Elche por la cercanía y al Sevilla por el potencial, el Betis era el rival más atractivo posible”, señaló José Vicente Lledó, entrenador del Alicante, quien ya vivió otra versión futbolística del cuento de Cenicienta hace dos años, cuando el Intercity, entonces en Tercera, se enfrentó también en la Copa del Rey al Athletic de Bilbao.
“El Betis arrastra seguidores y habá un buen ambiente. Intentaremos disfrutar del partido y a ver qué pasa”, añadió el técnico, quien confió en que el escenario del partido sea el Antonio Solana, actualmente en plena frase de resiembra. Lledó admitió que pensar en dar la sorpresa es casi una utopía, ya que recordó que hay cinco categorías de diferencia entre Alicante y Betis.
“La ilusión no nos la quita nadie. La diferencia de calidad es enorme, pero vamos a ver”, reiteró el preparador, quien aseguró que no hay otra forma de enfocar la eliminatoria que “intentando disfrutar del partido delante de nuestra gente”. “Supongo que nos tocará ir detrás del balón, pero intentaremos hacer algo también nosotros”, dijo el alicantino, quien no ocultó que le hace ilusión enfrentarse al técnico Manuel Pelegrini, al que definió como “un pedazo de entrenador”, y por supuesto a Joaquín. “Él solo es capaz de arrastrar con su presencia más gente que otros equipos”, concluyó.
Partido único
Pedro Chinchilla reflejó el sentir de toda la plantilla. “Si tenemos alguna mínima opción de ganar pasa por estar en nuestro campo. Nos hace mucha ilusión jugar contra el Betis, era de los preferidos”, confesó el jugador, quien reconoció que les hace mucha ilusión enfrentarse a Joaquín Sánchez por “todo lo que significa en lo deportivo y extra deportivo”.
“Le diría que aquí se lo va a pasar muy bien y que es muy querido. A todo el mundo le cae bien en España”, añadió Chinchilla, quien recordó que el objetivo del Alicante es “la liga y el ascenso a Tercera”, si bien “este partido es único para muchos de nosotros”. “Es muy difícil para mí y para muchos de mis compañeros poder jugar ante un equipo de Primera. Es una oportunidad única en la vida, así que vamos a disfrutarla y a aprovecharla más allá del resultado”, sentenció el jugador, quien añadió que la afición del Alicante merecía “una alegría así” después de tantos años de sufrimiento.