Una finca de 120.000 metros cuadrados con diez pistas de tierra batida, siete hard court, una cubierta, una pista de hierba, tres de pádel indoor y dos outdoor. También tiene dos piscinas, un circuito de running de 400 metros, un campo de fútbol 7 y gimnasio. Así es Equelite, una academia de tenis fundada por Juan Carlos Ferrero que se publicita como "una de las mejores del mundo" y se encuentra a cinco minutos en coche del municipio de Villena, cerca de la frontera de la provincia de Alicante.
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Ha sido también donde reside y se ha formado desde 2019 el murciano Carlos Alcaraz, flamante número 1 del mundo y el jugador más joven de la historia en llegar a ese puesto en la ATP. En concreto, Alcaraz se alojaba en una casa prefabricada de apenas 90 metros cuadrados y acabados de madera. Se trata de la misma vivienda que ocupaba el propio Ferrero cuando alcanzó el top mundial en 2003.
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El objetivo de esta institución es el rendimiento, para lo que existen varios programas intensivos que contemplan entre 33-38 horas semanales tanto de tenis como de preparación física y psicológica. En Equelite se entrena todos los días menos los domingos y sábados por la tarde, aunque incluso para los días de hay excepciones: cuando hay un torneo o hay una preparación específica para alguna competición.
Terrenos de la academia Equelite, en imagen de archivo.
El precio por este servicio de entrenamiento supera los 48.000 euros anuales (4.025 al mes), aunque también hay posibilidad de quedarse solo con el entrenamiento y las comidas por la mitad de precio, aproximadamente.
El apoyo
Para desarrollar este programa de entrenamiento intensivo el complejo cuenta con un staff técnico "que trabaja día a día en las instalaciones" y que cuenta con personal "con experiencia WTA y ATP que cubre todas las necesidades del tenista de manera muy personalizada".
Asimismo, el propio Juan Carlos Ferrero vive en la academia y "supervisa los entrenamientos y calendario, y se mete en pista para ayudar a nuestros jugadores a alcanzar sus objetivos". La entidad destaca asimismo el "ambiente familiar que nos caracteriza desde hace 25 años". "Nos sentimos orgullosos de presentar la academia como una gran familia en la que trabajadores y jugadores conviven y aprenden juntos", concluye.
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Además de los programas de formación para deportistas, la academia Equelite cuenta con un hotel rural, residencias para jugadores y un centro de estudios, además de cafetería propia, sauna, restaurante, tienda deportiva, fisioterapia y lugares de encuentro para los residentes.